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Un City tour con debate*

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Un City tour con debate*

Están abiertas las inscripciones para participar en el City Tour Literario en citytourliterario.com/inscripcion. No es necesario tener ningún conocimiento previo para poder participar

Todos los recorridos son gratuitos y tienen como objetivo hablar de la vida y obra de quince escritores/as y su relación con la Ciudad de Buenos Aires., su arquitectura, historia y cultura
Serán dos caminatas diferentes de tres kilómetros a pie, que duran entre una y dos horas: Una por la avenida Corrientes, y otra por el microcentro.
Casi dos meses después de caer como peludo de regalo en el congreso Desmadres realizado en el emblemático edificio Volta de la Diagonal Norte y Esmeralda; el suple participó en el día de los inocentes del City Tour Literario del Microcentro, otro proyecto de Una Brecha y Grupo Heterónimos que se inició a dos cuadras de aquel encuentro del 7/ 8 de noviembre en Diagonal 943, a las puertas del desaparecido y añorado Teatro del Pueblo, fundado por Leónidas Barleta en 1923, acaso porque a la realidad le gustan las simetrías y los leves anacronismos como nos ilustrara Don Jorge Luis Borges.
Tras de una entusiasta y verborrágica Guía Cultural, recién repatriada de su exilio en tierras aztecas, el tour recorrió la calle Suipacha hasta Corrientes donde, lindera con el cine Gran Rex estuvo la desaparecida librería del escritor y psicoanalista, Germán García, creador junto a Oscar Massota del psicoanálisis lacaniano en lengua española, de los tiempos fundacionales en que Buenos Aires era nombrada irónicamente Villa Freud
Nuestra Guía definió a García como un referente de la bohemia literaria de los tiempos del Instituto Di Tella, asociado con Leónidas Lamborghini en la Revista Literal. pero no hay ninguna evidencia de su relación con Wiltod Gombrowicz, quien abandonó la Argentina cuando Germán tenía 19 años, aunque si fue un referente confeso para el autor de la legendaria y censurada novela «Nanina»
Si aparece el iconoclasta polaco junto a Virgilio Piñera y un grupo de escritores marginales que traducían sus textos del polonés al francés y de allí al castellano en el cercano café Rex en donde Gombrwicz jugaba al ajedrez tiempos del primer peronismo,
También en el edificio versallesco de la esquina de Tucumán y Florida donde estuvo la sede del Banco Polaco donde Wiltod trabajó entre 1947 y 1955:»el tiempo más aburrido de mi vida» Allí funcionó además el Consejo para la Consolidación de la Democracia (1983/89) en el cual participó María Elena Walsh entre otros intelectuales y profesionales relevantes.
De las tres o cuatro mansiones céntricas de la familia de Victoria Ocampo donde ella habitó en distintas etapas de su vida nada queda, sería útil incluir la casa blanca de la calle Elizalde en Palermo, hoy sede del F.N.Artes, que Victoria gestionó con el celebre arquitecto francés Le Corbusier pero finalmente fue diseñada por otro famoso, nuestro Alejandro Bustillo.
Sí quedaron en el aire enrarecido del micro centro los chismes de la mayor mecenas argentina respecto de su relación con Julián Martínez, primo de su esposo hasta 1922, Luis Estrada, aunque nuestra informante no confirmó los rumores más o menos procaces sobre sus relaciones secretas con Eduardo Mallea y Rabindranath Tagore.
Vimos la librería Alberto Casares en la calle Suipacha 521 sobreviviente de aquella editorial mítica de la literatura argentina donde, cuenta la leyenda que Borges el más fiel de sus habituales visitantes paso su último día en la Argentina, aunque en esto también manejamos información diferente, ya que el autor de Ficciones estuvo episódicamente en París en la década de 1960 para un homenaje a William Shakespeare. En cambio, según casi todas las fuentes , junto a su reciente esposa María Kodama, se trasladó de Buenos Aires a Ginebra, Suiza en noviembre de 1985 para morir allí siete meses más tarde.
Otra escala importante fue la finisecular facultad de Filosofía y Letras de la calle Viamonte, donde estudió la generación estructuralista argentina como Eliseo Verón Kovaldof o Beatriz Sarlo entre muchos otros.
En realidad la referencia trasgresora correspondió a la seducción misteriosa de Alejandra Pizarnick que asistió a esa facu en los ´60s pero «nunca rindió una materia» aunque evitamos el morbo de indagar detalles escabrosos sobre su amistad con Juan Jacobo Bajarlía , Julio Cortázar, Silvina Ocampo u Olga Orozco;
Acaso porque el parnaso disidente de los poetas malditos sigue siendo tan mojigato y conservador como en tiempos de Alejandra.
La siguiente estación frente al teatro Payró, quizás la más ilustrativa del City.
Aunque fue fundado en 1952 parel actor y director Onofre Lovero como teatro Independiente, nos permitió evocar a un referente casi olvidado de las letras argentinas como fue Abelardo Castillo, fundador de varias revistas literarias como El Escarabajo de Oro y el Ornitorrinco que nuclearon a la influyente generación del ´60 en el mundo hispanoparlante
Nuestra locuaz Instructora refirió el protagonismo de Castillo como dramaturgo en esa sala donde se estrenaron «Israfel» y «El otro Judas» que se estrenó junto con «Enterrar a los muertos» una obra antibélica de Irviing Shaw que provocaron dos atentados del grupo nacionalista Tacuara que baleó el frente del teatro y al año siguiente a dos actores del elenco como macabro anticipo de la tragedia que viviría nuestro país quince años después.
Contemplamos sesgadamente el Edificio Kavanhag, semiescondido detrás del Plaza Hotel, sin mencionar la leyenda maldita del primer rascacielo de América Latina,
El raid culminó frente a la puerta del edificio de Maipú 945 donde una placa de mármol recuerda que allí vivió durante más de treinta años el más internacional y admirado de nuestros escritores del Siglo XX .
Acaso un mejor clima para tal epílogo fuera seguir el ejemplo de la aclamada actriz alemana Hanna Schygulla que vino a Buenos Aires a sentarse en el banco de la Plaza San Martín, donde el Maestro descansaba de sus caminatas, para meterse en la piel de directora de «Borges y yo; Un amigo futuro» que interpretó Andrea Bonelli en 2024 en el Teatro San Martín

Nota y Fotos: Oestiario Zoo