Crítica y Reconocimiento a la Militancia
Por Ricardo Enríquez.
“El estado es una forma de organización del poder” (Marcelo Koening – Sec. Gral. Descamisados)
“Hay dos clases de lealtades, la que nace del corazón que es la que más vale y la de los leales que no les conviene ser desleales” (Juan Domingo Perón)
“Ustedes condenan a las dictaduras, pero les encanta hacer negocios con ellos” (Pablo Iglesias – fundador Podemos)
A 50 años del regreso definitivo del Gral. Perón, el 17 de noviembre de 1972, si bien el 20 de junio del 73 fue el último en rigor histórico, aquel 17 de noviembre significó para toda la política nacional, con fuerte incidencia en la internacional, la bisagra histórica que marcó a la militancia responsable de los 18 años de la Resistencia Peronista.
Del “Perón Vuelve”, pergeñado por Perón desde 1956 en Caracas, al “Luche y Vuelve” pasaron distintas etapas de esa lucha para el retorno.
El pueblo peronista, aun golpeado por los hechos de setiembre del 55, comenzó una resistencia clandestina, pero de una tremenda fuerza militante.
LOS YANQUIS, LOS RUSOS Y TODAS LAS POTENCIAS RECONOCEN A LA LIBERTADORA, VILLA MANUELITA NO, un cartel pintado sobre una sábana por mujeres con sus hijos en brazos, de una barriada muy pobre cercana al frigorífico Swift, lo colgaron de un tanque de agua y frente a la policía montada que las estaba vigilando.
El 12 de junio de 1956 el Gral. Juan José Valle es fusilado en el penal de la calle Las Heras en Capital Federal, y los basurales de José L. Suarez, son testigos de estos asesinatos. Tres días antes, encabezó un alzamiento con un grupo muy pequeño de militares y civiles que lo acompañaban. En ese hecho caen muertos o fusilados extrajudicialmente 9 personas más, en un mensaje póstumo Valle le escribe una carta a Aramburu, que de algún modo marcó la línea política a la militancia que orgánica o desorganizadamente resistieron 18 años e hicieron posible el regreso del Gral. Perón:
“Dentro de pocas horas usted tendrá la satisfacción de haberme asesinado. Debo a mi Patria la declaración fidedigna de los acontecimientos. Declaro que un grupo de marinos y de militares, movidos por ustedes mismos, son los únicos responsables de lo acaecido.
Para liquidar opositores les pareció digno inducirnos al levantamiento y sacrificarnos luego fríamente. Nos faltó astucia o perversidad para adivinar la treta.
Así se explica que nos esperaran en los cuarteles, apuntándonos con las ametralladoras, que avanzaran los tanques de ustedes aun antes de estallar el movimiento, que capitanearan tropas de represión algunos oficiales comprometidos en nuestra revolución. Con fusilarme a mí bastaba. Pero no, han querido ustedes, escarmentar al pueblo, cobrarse la impopularidad confesada por el mismo Rojas, vengarse de los sabotajes, cubrir el fracaso de las investigaciones, desvirtuadas al día siguiente en solicitadas de los diarios y desahogar una vez más su odio al pueblo. De aquí esta inconcebible y monstruosa ola de asesinatos.
Entre mi suerte y la de ustedes me quedo con la mía. Mi esposa y mi hija, a través de sus lágrimas verán en mí un idealista sacrificado por la causa del pueblo. Las mujeres de ustedes, hasta ellas, verán asomárseles por los ojos sus almas de asesinos. Y si les sonríen y los besan será para disimular el terror que les causan. Aunque vivan cien años sus víctimas les seguirán a cualquier rincón del mundo donde pretendan esconderse. Vivirán ustedes, sus mujeres y sus hijos, bajo el terror constante de ser asesinados. Porque ningún derecho, ni natural ni divino, justificará jamás tantas ejecuciones.
La palabra ‘monstruos’ brota incontenida de cada argentino a cada paso que da.
Conservo toda mi serenidad ante la muerte. Nuestro fracaso material es un gran triunfo moral. Nuestro levantamiento es una expresión más de la indignación incontenible de la inmensa mayoría del pueblo argentino esclavizado. Dirán de nuestro movimiento que era totalitario o comunista y que programábamos matanzas en masa. Mienten. Nuestra proclama radial comenzó por exigir respeto a las instituciones y templos y personas. En las guarniciones tomadas no sacrificamos un solo hombre de ustedes. Y hubiéramos procedido con todo rigor contra quien atentara contra la vida de Rojas, de Bengoa, de quien fuera. Porque no tenemos alma de verdugos. Sólo buscábamos la justicia y la libertad del 95% de los argentinos, amordazados, sin prensa, sin partido político, sin garantías constitucionales, sin derecho obrero, sin nada. No defendemos la causa de ningún hombre ni de ningún partido.
Es asombroso que ustedes, los más beneficiados por el régimen depuesto, y sus más fervorosos aduladores, hagan gala ahora de una crueldad como no hay memoria. Nosotros defendemos al pueblo, al que ustedes le están imponiendo el libertinaje de una minoría oligárquica, en pugna con la verdadera libertad de la mayoría, y un liberalismo rancio y laico en contra de las tradiciones de nuestro país. Todo el mundo sabe que la crueldad en los castigos la dicta el odio, sólo el odio de clases o el miedo. Como tienen ustedes los días contados, para librarse del propio terror, siembran terror. Pero inútilmente. Por este método sólo han logrado hacerse aborrecer aquí y en el extranjero. Pero no taparán con mentiras la dramática realidad argentina por más que tengan toda la prensa del país alineada al servicio de ustedes.
Como cristiano me presento ante Dios, que murió ajusticiado, perdonando a mis asesinos, y como argentino, derramo mi sangre por la causa del pueblo humilde, por la justicia y la libertad de todos no sólo de minorías privilegiadas. Espero que el pueblo conozca un día esta carta y la proclama revolucionaria en las que quedan nuestros ideales en forma intergiversable. Así nadie podrá ser embaucado por el cúmulo de mentiras contradictorias y ridículas con que el gobierno trata de cohonestar esta ola de matanzas y lavarse las manos sucias en sangre. Ruego a Dios que mi sangre sirva para unir a los argentinos. Viva la patria.”
La Resistencia se fue extendiendo y el movimiento obrero ocupa el escenario total en la resistencia.
Aramburu designa como interventor de la CGT al capitán Alberto Patrón Laplacette, quien en un discurso en el sindicato municipal dice textualmente: “sepan ustedes que esta gloriosa revolución se hizo para que, en este bendito país, el hijo del barrendero muera barrendero”
Pero los militares también tuvieron una pata sindical civil, que inmediatamente producido el golpe ocupaban armados los sindicatos; estos comandos civiles estaban integrados por radicales, socialistas, conservadores, nacionalistas católicos y demócratas cristianos.
Estos verdaderos traidores a su clase, eran comandados por Serafino Romualdi un miembro de la CIA enviado por Estados Unidos para reorganizar el movimiento obrero.
Pese a esta represión entre los años 1956 y 1957 se producen la mayor cantidad de huelgas de toda la historia de la Argentina.
Las luchas obreras tenían solo dos objetivos, defender las conquistas sociales y lograr a través de la lucha el regreso de Perón.
En diciembre del 55 a pocos meses del golpe de estado se produce la primera huelga en la fábrica Catita y la encabezó José Ignacio Rucci por el despido de varios delegados.
En noviembre del 56 un congreso de delegados de la UOM, convoca a un paro por 24 hs., la respuesta de la dictadura fue el despido y la detención de los dirigentes sindicales Abdala Baluch y Augusto Timoteo Vandor, en ese momento ya podían contarse casi quinientos obreros presos y día a día seguían las detenciones.
A fines del 56, Aramburu estaba totalmente desesperado por la virulencia de los paros y la resistencia activa de los trabajadores y denuncia un complot dirigido por Perón desde Venezuela y señalaba al paro de los metalúrgicos, las huelgas del frigorífico La Negra, el incendio en Siam Di Tella, los durmientes que se cruzaban sobre las vías del ferrocarril, las bombas que estallaban en el Gran Buenos Aires entre otras acciones.
Una dictadura apoyada por un imperio, no podían vencer la resistencia que los trabajadores por el amor y la lealtad a su líder; y queda expresada en el The New Times: The New York Times se ha pronunciado en favor de que Juan Domingo Perón se expulsado del continente americano. “PERÓN VERSUS ARGENTINA”.
La presión de la resistencia sobre la dictadura, obliga a Aramburu a convocar a elecciones presidenciales, con el peronismo proscripto, que las gana Arturo Frondizi el 23 de febrero de 1958, con casi el 53% de los votos, con el apoyo del Peronismo a partir de un pacto entre Perón y Frondizi.
Para que tengamos una idea del peso del peronismo; en esa elección voto el 90% del padrón, cifra que no fue superada en ninguna otra elección.
El acuerdo entre Perón y Frondizi, contemplaba dos clausulas, una el levantamiento de la proscripción y la otra la libertad sindical para todos los gremios, que estaban restringida por la dictadura.
Frondizi cumple parcialmente el acuerdo en lo referido a la libertad sindical y desconoce el referido al levantamiento de la proscripción, por lo que Perón ordena hacer público el acuerdo firmado:
“Con el fin de encontrar una salida a la actual situación de la República, promover la convivencia normal de los argentinos, poner fin a la política económica y social llevada a cabo a partir del 16 de setiembre de 1955, que ha significado un marcado sometimiento de la Nación y un progresivo empeoramiento de las condiciones del pueblo, el Gral. Juan D. Perón y el Dr. Frondizi acuerdan el cumplimiento del siguiente plan político:
I. Al fijar su posición frente a la elección del 23 de febrero de 1958, el peronismo: a) Declara que los partidos neoperonistas que desean pertenecer al Movimiento deben retirar sus candidatos; b) Ordenaría a los peronistas que hayan aceptado candidaturas que las renuncien, quedando, en caso contrario fuera del Movimiento; c) Frente al hecho concreto de la votación, dejará en libertad de acción a la masa peronista a fin de que sufrague en la forma que mejor exprese su repudio a la dictadura militar y a la política seguida por ella en todos los órdenes; d) aclarará que lo expresado en el punto c) no implicará por parte de los peronistas, compromiso alguno con los partidos que elijan para expresar su protesta; e) el documento contendrá un párrafo en el que se hará la crítica de la política conservadora, de manera que sea inequívoca que la opción no incluye el Partido Conservador Popular.
Queda aclarado que esta enumeración no limita en forma alguna el derecho del peronismo a fundamentar su posición frente al acto electoral y a reafirmar la línea estratégica del movimiento.
II. De asumir el gobierno el Dr. Arturo Frondizi se compromete a restablecer las conquistas logradas por el pueblo en el orden social, económico y político adoptando entre otras, las siguientes medidas: 1) Revisión de todas las medidas de carácter económico desde el 16 de setiembre de 1955, o lesivas de la soberanía Nacional y de aquellas que determinaron un empeoramiento de las condiciones de vida del pueblo. Se consideran como de fundamental urgencia el restablecimiento de la reforma bancaria de 1946, la estructuración de una política económica de ocupación plena y amplio estímulo de la producción nacional, la elevación del nivel de vida de las clases populares y el afianzamiento de los regímenes de previsión social 2) Anulación de las medidas de toda índole adoptadas por el gobierno provisional desde el 16 de setiembre de 1955 con propósito y persecución política. 3) Levantamiento de las interdicciones y restitución de los bienes a sus legítimos dueños. 4) Devolución de los bienes de la Fundación Eva Perón. 5) Levantamiento de las inhabilitaciones gremiales y normalización de los sindicatos y de la Confederación General del Trabajo. Esto se cumplirá en un plazo de ciento veinte (120) días. Las elecciones en los sindicatos serán presididas por interventores nombrados de común acuerdo. 6) Reconocimiento de la personería del Partido Peronista, devolución de sus bienes y levantamiento de las inhabilitaciones políticas. Tanto la personería como los bienes serán acordados a las autoridades que designe el Gral. Juan D. Perón. 7) Reemplazo de los miembros de la Suprema Corte de Justicia y eliminación de los magistrados que han participado en actos de persecución política. 8) En un plazo máximo de dos años se convocará a una Convención Constituyente total de la Constitución, que declarará la caducidad de todas las autoridades y llamará a elecciones generales.
Las medidas consignadas en los puntos 2º,3º,4º,5º,6º,7º, y 8º se adoptarán dentro de un plazo máximo de noventa (90) días a contar desde la asunción del mando. Queda a cargo del Dr. Arturo Frondizi arbitrar los medios para el cumplimiento de las cláusulas precedentes. Por su parte, el Gral. Juan D. Perón se compromete a interponer sus buenos oficios y su influencia política para lograr el clima pacífico y la colaboración popular, indispensables para poder llevar a cabo los objetivos establecidos en el presente plan.
Suscriben esta Plan Político, además de los titulares, John William Cooke y Rogelio Frigerio, en virtud de haber participado en su discusión y elaboración. Los firmantes empeñan sus palabras de honor en el sentido de que hasta el 1º de agosto de 1958 este plan permanecerá en reserva y sólo podría ser divulgado posteriormente por común acuerdo, salvo en caso de incumplimiento por las partes.
Queda muy claramente demostrado que la intención del Gral. Perón es el regreso a la patria y al poder mediante elecciones libres, sin ningún tipo de proscripciones.
El miércoles 2 de diciembre de 1964 en un avión de Iberia el General Perón intenta el regreso, pero es detenido y devuelto a España en el aeropuerto El Galeao en Brasil.
Los militares no encuentran una forma de instaurar gobiernos sin la presencia del Peronismo; las acciones del movimiento obrero, no les dan tregua a los militares ni a los gobiernos amañados por ellos y así pasan los gobiernos de Guido del 29/3/62 al 12/10/63; Illia del 12/10/63 al 28/6/66; Onganía del 28/6/66 al 8/6/70; Levingston del 18/6/70 al 22/3/71 y Lanusse del 26/3/71 al 25/5/73.
Lanusse tal vez haya sido el militar golpista más lúcido, tenía muy claro las limitaciones que tenían los militares a la hora de gobernar y mucho teniendo al peronismo proscripto y en plena resistencia.
Lanusse asume en pleno combate contra la resistencia peronista, “las formaciones especiales” (los grupos guerrilleros, especialmente montoneros) no le daban tregua.
El 26 de marzo de 1971, Lanusse asumió la presidencia en un clima político totalmente desfavorable. La violencia guerrillera crecía, el descontento popular y las puebladas iban en aumento, por lo que convoca a elecciones sin ninguna proscripción para 1973 pero poniendo como fecha límite el 25 de agosto del 72 para que Perón fijara domicilio en la Argentina y lo desafía con una frase que mostraba toda su impotencia frente al líder popular más querido de la historia argentina “no le da el cuero para venir”.
Perón no cae en esa provocación patoteril y designa a Héctor J. Cámpora que en ese momento era su delegado personal como candidato a Presidente y bajo la consigna “Cámpora al gobierno Perón al Poder”, se inicia la campaña, que traería al peronismo nuevamente al gobierno.
El 22 de agosto, se produce la masacre de Trelew donde son fusilados 16 guerrilleros.
Y llega el 16 de noviembre de 1972 y Felipe Pigna lo cuenta de este modo: “Para poner en marcha su plan, Perón decidió regresar. Sus compañeros en Buenos Aires decidieron, frente a las amenazas de los sectores más gorilas de las fuerzas armadas de hacer estallar en el aire el avión que trasladara al líder, formar una comitiva de notables para ir a buscar al general a Madrid en un avión chárter fletado especialmente. Fue el vuelo 3584 de Alitalia el que trasladó a los 154 pasajeros entre los que se contaban, además de Perón, su esposa Isabel y su secretario José López Rega; Héctor Cámpora, Raúl Lastiri, Carlos Saúl Menem, Antonio Cafiero, Guido Di Tella, Lorenzo Miguel, el padre Carlos Mugica, Leonardo Favio, Sergio Villarroel, Vicente Solano Lima, Ricardo Obregón Cano, el boxeador Abel Cachazú, Chunchuna Villafañe, José San Filippo, Juan Carlos Gene, Marilina Ross, Oscar Bidegain, Deolindo Bittel, el sacerdote Jorge Vernazza, Raúl Matera, José Rodríguez, Rodolfo Ortega Peña, Marta Lynch, Eduardo Luis Duhalde, Jorge Taiana, Nilda Garré, el cardiocirujano Miguel Bellizi y Alfredo Gómez Morales. El día previo a la llegada del líder, la dictadura de Lanusse, rodeó el aeropuerto de Ezeiza para impedir que sus partidarios pudieran acercarse a recibirlo. Pero a pesar de la brutal represión y de la intensa lluvia, miles de militantes peronistas se acercaron todo lo pudieron a la terminal aérea y se produjeron movilizaciones de recepción en todos los rincones del país.”
El 11 de marzo de 1973 el FREJULI, con la fórmula Cámpora, Vicente Solano Lima, triunfa con el 49% de los votos. La fórmula que encabezaba Ricardo Balbín alcanzo el 21%, la diferencia determinó que la UCR, no se presentara a la segunda vuelta.
El “Tío Cámpora” como cariñosamente lo llamaba la Juventud Peronista gobernó hasta Setiembre del 73, donde la fórmula Juan Domingo Perón; Isabel Martínez de Perón, alcanzan el 61,83% de los votos.
Podríamos decir que con la asunción del General Perón, culmina una etapa épica de nuestra historia, signada por el tremendo amor de una parte mayoritaria del pueblo por el líder que le dio los derechos sociales y políticos que ningún gobierno antes les había reconocido. Pero también queda demostrado que el poder concentrado, gorila e irracional apoyado por una parte significativa del pueblo, que incomprensiblemente apoyó y sigue apoyando en la actualidad a quienes sistemáticamente les quitan derechos.
Este odio queda demostrado y plasmado el 24 de marzo de 1976 cuando el golpe de estado más sangriento de la Historia, donde la junta militar que encabezo Videla, secundado por Agosti y Masera, llevan adelante el genocidio más grande de nuestra historia, con 30000 detenidos desaparecidos, miles de exiliados, robo de bebes, tortura y muerte que aún sigue habiendo consecuencias hasta el día de hoy.
Pero este golpe pone en marcha nuevos mecanismos de resistencia, y una militancia vinculada a los organismos de derechos humanos donde se destacan las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo.
Fueron años tenebrosos, por el terror y la oscuridad que genero la dictadura, las sirenas en cualquier barrio, el desplazamiento de efectivos militares o de las patotas vestidos de civil que rompían puertas y arrastraban a personas sin importar a edad o el género ni el estado de su salud.
La consigna de la militancia era sobrevivir, resistir y organizarse para recuperar la democracia.
Pero hubo un estallido de resistencia popular que se expresó abiertamente durante el mundial 78. Los militares quisieron mostrar al mundo un País, “limpio y ordenado” y a través del relator de fútbol más famoso de aquellos años: José María Muñoz, que no ocultaba sus simpatías por la dictadura, clamaba a los aficionados desde sus relatos que no tiraran papelitos a la cancha porque daba mala imagen del País y podían lastimar a los jugadores.
Mientras la portada de Clarín proclamaba que los argentinos somos derechos y humanos, desde la contratapa Clemente pedía “tiren papelitos muchachos”; Murioz, tal el nombre que Caloi, padre de Clemente le ponía a José María Muñoz, que enfurecido proclamaba que la FIFA iba a sacarle los puntos a Argentina si persistían en tirar papelitos, a lo que inmediatamente Clemente responde “si no podemos tirar papelitos…. Tiremos carozos de aceitunas”.
El 30 de marzo de 1982 desde la CGT Brasil, Saúl Ubaldini, en un claro desafío a la dictadura convoca a una marcha bajo la consigna PAN, PAZ Y TRABAJO, 15000 personas marchan a la Plaza de Mayo y por primera vez se escucha “se va acabar…se va acabar la dictadura militar”. Los militares responden con una salvaje represión que deja un saldo de 2000 detenidos.
El 2 de abril de 1982, el general Galtieri, por aquellos años presidente de la dictadura, anuncia el desembarco de tropas argentinas en Malvinas; el pueblo se volcó a las calles y colmó la Plaza de Mayo. Galtieri ensoberbecido y tal vez borracho como algunos relatan y creyendo de que ese pueblo que estaba ahí reunido lo estaba vivando a él dice: “si quieren venir que venga los estaremos esperando” a lo que la multitud respondía, “el pueblo unido jamás será vencido y Argentina…Argentina”.
Aquella aventura bélica contra la segunda potencia militar más poderosa de la tierra y apoyada por Estados Unidos, para los militares, pero una gesta reivindicativa para el pueblo, le costó a la Patria 649 soldados muertos y según la Federación Nacional de Veteranos de Guerra en los diez años posteriores 1000 veteranos se suicidaron.
La guerra duro 74 días y el 16 de junio, la dictadura anuncia el final de la guerra, la gente enardecida y al grito “se va acabar…. se va acabar la dictadura militar”, se desata una feroz represión y la multitud respondía con una lluvia de monedas a la Policía Federal y se incendian varios colectivos.
A la dictadura ya no le quedaba margen y el 30 de octubre de 1983, se hacen las elecciones donde la formula radical con Ricardo Alfonsín; Víctor Martínez, vence a la formula Peronista de Ítalo Luder; Deolindo Bittel. El resultado final fue 51.76% del radicalismo, contra el 40.17% del peronismo.
El gobierno de Alfonsín se caracteriza principalmente por el Juicio a las Juntas en 1985 y los levantamientos carapintada en 1987.
La militancia peronista, aun sorprendida por la derrota electoral, exige un profundo debate y aparece una corriente interna motorizada por Antonio Cafiero; Carlos Saúl Menem y Carlos Grosso que se llamó la Renovación Peronista que generó una enorme expectativa militante, incluso del que suscribe. Durante el levantamiento carapintada y en un claro mensaje en defensa del sistema democrático, la renovación peronista se encolumna en su defensa junto al presidente Alfonsín.
El gobierno de Alfonsín se extiende desde el 10/12/ 1983 hasta el 8/7/1889 y lo sucede Carlos Saúl Menem desde el 8/7/89 al 10/12/99 en su primer periodo, donde asume en medio de una crisis híper inflacionaria y caracteriza su gobierno por la privatización masiva de las empresas públicas.
Roberto Dromi ministro de Obras Públicas de Menem, anuncia el primer mandamiento del decálogo menemista con un furcio que mostró las verdaderas intenciones de aquel gobierno: “nada de lo que deba ser estatal quedará en manos del estado”.
Hoy Dromi se encuentra procesado por múltiples acusaciones de corrupción, sin embargo, sigue siendo un hombre de consulta de muchos políticos de todos los partidos.
En 1993, se constituye el FREPASO, con sectores peronistas desencantados con Menem; el Frente Grande; el Frente País (Bordón); el PI de Oscar Alende, La Democracia Cristiana; el Partido Socialista Democrático (Alfredo Bravo); y el partido Socialista Popular (Guillermo Esteves Boero).
En 1999 constituyen la Alianza y acompañan la fórmula Fernando De La Rúa, Chacho Álvarez, quienes ganan las elecciones frente al Menemismo.
El gobierno de la Alianza termina con una crisis política, económica social e institucional, de características totalmente inéditas para nuestro país. Al grito de “que se vayan todos” vastos sectores sociales confluyen en una protesta social, que determina que De La Rúa renuncie el 20 de diciembre del 2001, luego de decretar el estado de sitio dejando 39 muertos y más de 500 heridos. La represión fue tan salvaje, que hasta las Madres de Plaza de Mayo fueron agredidas brutalmente cuando intentaron interponerse entre la policía y los manifestantes.
Otra vez la militancia política, de forma orgánica o espontáneamente se lanza a la calle en defensa de sus derechos vulnerados, la clase media con sus cacerolazos en defensa de sus ahorros confiscados y los sectores más empobrecidos en demanda de recursos para su subsistencia, la consigna de aquellos días era “piquete y cacerola la lucha es una sola”.
Nuestra pobre Patria por las inconductas políticas que no estuvieron a la altura del pueblo, tuvo 4 presidentes en 11 días: Ramón Puerta; Adolfo Rodríguez Saa; Eduardo Caamaño y Eduardo Duhalde.
Duhalde concluye el periodo presidencial De La Rúa hasta mayo del 2003, donde comienza el periodo político tal vez más interesante de los últimos 20 años. Néstor Kirchner asume el gobierno el 25 de mayo de 2003.
Al entender del que escribe, Néstor fue el mejor presidente de la democracia, resume en su pensar y en su acción todo el ideario peronista en su más amplia definición, y él mismo lo dejaba en claro para marcar la cancha al “afuera” pero más al “adentro”: “nos dicen kirchneristas para bajarnos el precio, fuimos, somos y seremos peronistas”.
Llega al gobierno perdiendo las elecciones con Menem, quien renuncia a la segunda vuelta, y Néstor es proclamado Presidente de la Nación por el Frente para la Victoria.
Pese a las condiciones en la que recibió el gobierno, redujo la desocupación, la pobreza y la indigencia a la mitad.
Recompone la relación con los países latinoamericanos, especialmente Brasil, Venezuela y Ecuador, constituye el UNASUR como una superación política del Mercosur, y cancela la totalidad de la deuda externa con el FMI. Y en Mar del Plata y frente a Bush genera el No al Alca, tal vez el cachetazo económico que se le podía dar a Estados Unidos.
Su forma de ser, llana, abierta, desinhibida frontal tanto con los propios como con los ajenos, generó una corriente de simpatía especialmente en la juventud.
Cuenta Daniel Filmus, quien fuera su Ministro de Educación, que, al asumir, en la Provincia de Formosa se encontraba con un paro docente que parecía no tener resolución inmediata. Néstor lo llama y le dice: “Daniel andá a Formosa y resolvé el conflicto docente, dale todo lo que están pidiendo”… ¿hablo con Lavagna (era el Ministro de Economía) para ver cómo estamos con los recursos? …. Néstor le contesta: ¿Quién es el presidente, Lavagna o yo? Andá y hacé lo que te dije.
Y llega Cristina ampliando el piso de derechos tantos individuales como colectivos, al decir del que suscribe, la Asignación Universal por Hijo; la jubilación para amas de casa; la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología, el programa Potenciar Trabajo; la asignación universal para menores de 16 embarazadas e innumerables conquistas más.
El rol de la militancia, en el primer gobierno, ganó las calles con acciones en los comercios ayudando en los controles de precios. Durante el segundo periodo los militantes masivamente salieron a colaborar con los vecinos de La Plata en la tremenda inundación del 2013 y en las demostraciones de apoyo, especialmente cuando la Presidenta hablaba al País, llenaban los patios de la Casa Rosada.
Incomprensiblemente, también estas demostraciones generaban resistencias en otros sectores de la población.
En las elecciones del 2015 con Scioli candidato, creemos que una parte de la militancia no estuvo a la altura de las circunstancias y no puso la suficiente energía para ganar la elección, por las críticas que se le hacían al candidato.
Y llegamos al día de hoy donde hay una profunda discusión interna donde los militantes se encuentran divididos, reflejando las mismas divisiones que hay en la superestructura del gobierno.
Para concluir este recorrido, subjetivo por cierto, no podemos olvidarnos de la militancia silenciosa, abnegada y llena de compromiso que realizan los militantes de las Organizaciones Libres del Pueblo, en los comedores y merenderos de los barrios populares, que salieron a paliar el hambre e intentando reemplazar a un Estado ausente. En los centros de salud, especialmente durante la pandemia. En los clubes de barrio y las sociedades de fomento. En las iglesias y cultos y en innumerables espacios comunitarios más, a lo largo y ancho del país.
Cuando toda esta fuerza creadora y solidaria se siente a reflexionar sobre un proyecto de país, seguramente podremos lograr que una nueva generación de dirigentes, políticos y sociales puedan ponerse al hombro los destinos de la Nación, sin caer en el seguidismo orgánico de dirigentes que están demostrando que sólo se reciclan en favor de proyectos personales y no en los intereses de las mayorías.
Tal vez la consigna militante de esta hora sea la formación, la puesta en marcha territorial de esa formación, la reflexión sobre los resultados, la corrección de los errores y la puesta en marcha de un círculo virtuoso, donde la Comunidad Organizada, como decía el General Perón “SEAMOS ARTÍFICES DE UN DESTINO COMÚN Y NO INSTRUMENTOS DE LA AMBICIÓN DE NADIE”.
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