¿Que es el feedlot?
Por Jorge Malla.
Comisión Ecológica Ituzaingó.
Hay un solo Rey en la parrilla argentina: el asado, la Princesa el vacío y los cortesanos: el chorizo, la morcilla, el riñón y los chinchulines, el delfín: lo dejo a su criterio…
Cuando viajamos vemos detrás de los alambrados a las vacas y toros pastando en los campos, como así terneros caminando por los cuadros buscando la pastura para su alimentación, en su caminar endurecen sus músculos y fijan mejor sus grasas en sus articulaciones, esa que le da el rico sabor a la carne. A contra cara tenemos “una crianza industrial” definida con un término anglosajón: el feedlot.
Muchos se preguntarán como consumidores ¿qué es el feedlot?
Se define a un sistema de engorde en pequeños corrales que mantienen a los pequeños terneros confinados, dentro de los cuales “no pueden” acceder al pastoreo voluntario, sino que son alimentados exclusivamente por raciones balanceadas de granos y/o forrajes conservados.
Dicho animal se encuentra sobre una superficie de barro, producido por el orín y el excremento, es decir que el ternero, “no conocerá” la verde pradera, ni el alimento natural.
Está demostrado que este tipo de crianza – más allá de los seguimientos sanitarios -produce modificaciones en el valor nutricional de la carne, uno de los principales es la acumulación de grasas saturadas que aumentan el colesterol LDL o “malo” para los consumidores.
También existe el riesgo que padezcan y transmitan al consumidor en este tipo de carnes la Encefalitis Espongiforme Bovina – mal de la vaca loca – porque dentro del combo de raciones para su alimentación, se le agregan harinas de origen animal, una especie de mix de aviar y bovina, ¿alguna vez vio una vaca caníbal?
Ante este cuadro de engorde forzado y antinatural, se utilizan mayores cantidades de medicamentos – antibióticos, vacunas, etc.- como así se usaron hormonas de crecimiento y esteroides que posteriormente fueron prohibidos. Todo esto termina en el organismo del consumidor.
Alrededor de la explotación de feedlot hay napas freáticas, que en la mayoría de las veces, están altamente contaminadas de nitritos y nitratos que se percolan y a su vez son cancerígenos.
La geografía pampeana es sometida periódicamente a lluvias muy copiosas, sometiendo la permeabilidad del suelo y que la primera napa freática sea dinámica, si sumamos la humedad ambiente, determina lo riesgoso de esta explotación para el medio ambiente. A su vez tenemos en cuenta que este ternerito confinado elimina estiércol al 5 % de su peso, fácilmente podemos imaginar que gran concentración puede haber en la superficie de crianza, cuyo volumen de residuos son imposibles de eliminar o compostar, a esto le sumamos el orín.
Es muy normal ver en muchos lados de esta explotación la montaña de estiércol contaminado retirado por el productor, imagine muchos camiones de estiércol aledaño a la explotación.
Cuando llegan las lluvias arrastran el estiércol, contaminando con nitritos y nitratos a los arroyos y napas afectando no solo la salud humana sino también a la biodiversidad, haciendo hincapié que en dichos establecimientos no hay plantas de tratamiento para descontaminar lo producido a través de las excretas.
Un establecimiento de feedlot produce gran cantidad de metano y óxido nitroso y son identificables por el mal olor que producen.
En el circulo vicioso donde el productor/rematador de hacienda/frigorífico/abastecedor/carnicería, generan su comercialización, el animal criado en el mundo del feedlot y en el campo llevan la misma identificación. Es una “caravana” en la oreja, es como una especie de piercing con números dados y controlados por el SENASA, para no sólo identificarlo, sino como una especie de guía de sanitaria desde el momento de nacimiento, faena y venta.
Por esto, el consumidor cuando llega al mostrador, no sabe qué tipo de carne consume, ya que no existe la rotulación e identificación de la carne que compramos.
Las distintas Asociaciones de consumidores tendrían que exigir que se identifiquen los productos cárnicos, como se hace con los productos orgánicos.
El argentino consumió toda la vida la carne cuyo origen proviene de las pasturas, hoy la soja confinó al animal, el ganadero hace una explotación mixta, donde había pastura natural, hay soja o maíz. La rentabilidad extrema del productor no mide las consecuencias ambientales ni a la salud.
Los experimentados asadores dicen “que la carne de feedlot cuando se cocina se pone roja, y no se dora”, pero en el mostrador todas son iguales…
¿Será cierto?
Pregunto: ¿Mac Donald, Burger King, Mostaza y Paty entre otras usarán carne de feedlot? Si es así ¡que están consumiendo nuestros niños!