Es un lugar común, reiterado por el crítico Jorge Dubarri al fin de la función del domingo 4 en el emblemático Teatro público del Conurbano Oeste decir que Tito Cossa es el dramaturgo que refleja como nadie la desconexión con nuestra realidad siempre problemática que padece la clase media argentina.
Sin entrar en la vetusta polémica acerca del rol que tiene el teatro y la cultura en general, respecto de las clases populares, el propio Cossa, asegura que el teatro independiente porteño, puede poner en escena 300 obras los sábados por la noche, aunque su público cautivo en el mejor de los casos ronda apenas el 5% de la población adulta de la Ciudad, sin contar al espectador golondrina que llega desde el conurbano
Autor de comedias farsescas indiscutiblemente masivas como fueron la Nona o Esperando la Carroza , que Cossa había imaginado como grotescos al estilo discepolianos sobre la idiosincrasia argentina, Ya Nadie recuerda…, escrita hace más de tres décadas y estrenada en 1988 en el teatro Cervantes propone un sutil juego entre la evocación nostálgica de la protagonista y el presente signado por la decepción y las ausencias entrañables.
Aunque es evidente el peso de los años sobre el lenguaje narrativo para este tiempo de diálogos distópicos y tramas estereotipadas. la pieza, como ocurre con los clásicos, admite novedosas lecturas sobre el personaje de Susy sobreviviente del drama argentino que apela a la memoria emotiva para recrear lúcida y críticamente aquel pasado idealizado por la utopia inconclusa de una generación diezmada.
¿Cómo relatar los recuerdos sin escenificarlos? Y cómo hacerlo, sin recurrir a los personajes que los encarnan? nos interroga la sinopsis:
Estos personajes, transcurren en dos planos: La evocación de Susy Galán, sobreviviente de una familia tradicional de Villa del Parque y en el diálogo con Palumbo, hijo del antiguo guardián de la Plaza del barrio donde, tras muchos años de gestiones, la familia Galán logra instalar un busto de Friedrich Chopin, que fuera ídolo de la Madre de Susy, pero que nadie recuerda fuera de la vieja casona solariega.
El tempo dramático, como en los sueños, salta del presente al pasado a través de 40 años de historias de vida del padre, anarquista español exiliado, Zule, la hermana romántica Frank el revolucionario frustrado que regresa ya viejo en un tren imaginario; todos ellos, acaso sin saberlo, protagonizaron la conmovedora utopía de la clase media argentina de aquel idílico crisol de razas que la obra muestra en su decadencia como una profecía autocumplida.
Los personajes están muy bien delineados y sólo se podría objetar la morosidad de su tono elegíaco que acaso, el espectador actual sienta como ajeno a su realidad cotidiana.
Ficha técnico artística
Autoría:
Roberto Tito Cossa
Actúan:
Daniel Dibiase, Amancay Espíndola, Brenda Fabregat,
Stella Matute, Gonzalo Moreno, Daniel Toppino
Escenografía y vestuario: Alejandro Mateo, Patricio Gonzalo
Diseño de luces: Leandra Rodríguez
Fotografía:
Ana Maria Ferrari, Walter Cesar Remus
Diseño gráfico:
Marcelo Mangone, SMM
Asistencia de dirección:
Christian Hernán Cominotti
Dirección: Norberto Gonzalo
Composición Musical: Gerardo Amarante
Este espectáculo formó parte del evento: Día Del Teatro Independiente – 2024