
Volver a Perón

Alguien por inadvertido (o por perversidad manifiesta) podría pensar que esta aseveración nos hace retroceder en la historia. Nada más falso. Perón y su doctrina son el futuro.
Hoy los pensadores del mundo, los que quieren encontrar una verdadera opción a la globalización masificante y excluyente, miran el pensamiento de Perón como una tabla de salvación para toda la humanidad.
Otros lo hacen sin saberlo, pensando en el desastre producido sobre la madre tierra, al cual Perón se refirió premonitoriamente hace 50 años, o en la necesidad de una democracia que sea realmente participativa y en la unidad real de los pueblos de América como medio para alcanzar un universalismo que nos permita vivir en paz y fraternidad.
También lo vemos en los que escuchan y quedan deslumbrados ante los planteos del papa Francisco, quien – con independencia de pequeñeces partidarias – es el resultado de una cultura nacional y colectiva, construida en un tiempo de nuestra historia donde la doctrina de Perón había “saturado” todos los campos de pensamiento, inclusive el religioso.

Foto: aci prensa.
“Los sueños son siempre peligrosos para aquellos que defienden el statu quo porque cuestionan la parálisis que el egoísmo del fuerte o el conformismo del débil quieren imponer”, afirmó el papa el 16 de octubre último en un mensaje a los Movimientos Populares.
¿Y a nosotros qué nos pasa?
Siendo así, comprobando que el pensamiento de Perón se ha hecho universal, conscientes de que algunas opciones, como ser el “capitalismo de Estado” ensayado por los chinos (y otros países) puede hacer salir de la pobreza material a una gran porción de su población, pero no logra hacer más libres de cuerpo y alma a los hombres y a los pueblos, nos preguntamos, cómo es posible que los argentinos busquemos “afuera” entre las ideologías neonazis que han perdido el pudor y expresan xenofobia, racismo y una intolerancia invivibles (Desde Bannon y Trump, Orban (Hungría) y Abascal (España) hasta Bolsonaro, Macri, Milei, Larreta, etc.) una salida a la crisis existente.
Pero tan grave es que otros, inclusive autodenominándose peronistas, miren como modelo a las decimonónicas y perimidas variantes de la socialdemocracia o a un progresismo desteñido, siempre al servicio de los grupos especuladores mundiales.
No hay nuevos rótulos que califiquen nuestra doctrina
Frente al golpe institucionalizado que se intenta o al desgaste destructor, lo primero es recordar la necesidad de sostener la Unidad, la Solidaridad y la Organización del campo popular.
Es correcto generar un estado de asamblea, no para atacar a nadie, pero si para señalar los errores cometidos por quienes más responsabilidades tienen y por quienes no hemos generado la unidad suficiente como para ponerles un límite.
Una vez más los problemas que vivimos “los arreglamos entre todos los argentinos o no los arregla nadie”, es decir nadie sobra, todos hacen falta, pero lo que lógicamente es necesario, es no volver a que unos pocos decidan por el conjunto.
Todos y cada uno de los peronistas y de los argentinos en general, deben ser escuchados, hay que ir a preguntarles recordando que “la voz del pueblo es la voz de Dios”, para luego obrar en consecuencia, pero con la real participación de todos los argentinos.

Todos debemos organizarnos y participar en la protección del gobierno constitucional, pero fundamentalmente en defensa de todo el pueblo que anhela construir una patria grande, con justicia social para la felicidad y el bien común de todos los argentinos.
1) Todos hemos escuchado a una izquierda funcional al neoliberalismo repetir que ellos representan a los trabajadores, las mujeres y los jóvenes, cuando sabemos que no lo hacen ni lejos. Lo mismo vale con los autodenominados “ortodoxos” al servicio de la des-unión de los peronistas.
Jorge Benedetti
17 de noviembre de 2021 – Día de la Militancia
PRIMERO LA PATRIA