Peronismo; esa especie de Capitalismo
Por Ricardo Enríquez.
Es paradójico comenzar a escribir sobre el Peronismo, con una frase destacada de Winston Churchill; sin embargo, muestra a las claras, que más a allá de las desmentidas sobre la veracidad total o parcial de estos dichos (las desmentidas y correcciones solo vienen de los sectores afines a los ingleses) ; vemos como a la luz de la historia que hemos sufrido, los pueblos Latino Americanos, y especialmente nuestro País; que el Imperio visualizo en el Peronismo al enemigo principal a vencer; para poder consolidar su poder.
Pero si no dijéramos quien lo dijo, tampoco sería importante, ya que a la luz de nuestra realidad hoy es el pensamiento vivo de los líderes mundiales que son las expresiones más acabadas del capitalismo de ayer y seguramente de la mayoría de los de hoy.
La deuda externa está calculada en 284.000 millones de dólares; en 1955 la deuda argentina era 757 millones de dólares; (283.243.000 millones menos que hoy).
En los primeros años del Peronismo, 1945 / 1948, nuestro País, no solo cancelo la deuda que había, sino que fue acreedor; es decir que el mundo e debía a nuestro País; sin embargo, por una combinación entre el boicot externo y las presiones internas el País debió tomar nuevamente deuda en el exterior; Prebisch, intento justificarlo de este modo: «a mediados de la década del 50 Argentina no podía crecer por agotamiento de stocks y estrangulamiento externo»
Tras el derrocamiento de Perón; Krieger Vasena ministro de economía, acuerda un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional, para financiar esa deuda; en 1976 la deuda era de 7300 millones de dólares; cuando termino la dictadura en 1983, la deuda era de 45100 millones.Hoy cada argentino debe en concepto de deuda externa 6300 dólares, en 1955 cada argentino debía 16 dólares; y somos 44 millones, más o menos y antes, no llegábamos a 19 millones.
Podemos decir además que los periodos de mayor endeudamiento fueron los de gobiernos militares, pero además, en el 55, teníamos, flota mercante; flota marítima; astilleros que construían esos barcos; industria automotriz; industria ferroviaria; industria aeronáutica; construcción masiva de viviendas populares con financiación del estado con todo lo que moviliza en términos productivos la construcción; desarrollo tecnológico en lo industrial en lo energético y en lo militar; todos los derechos sociales de los que hoy gozamos; seguridad social; cultura; turismo; derechos laborales; derechos civiles, fue el gobierno peronista el que otorgo el voto femenino, aunque las luchas feministas de hoy, ni siquiera lo mencionan.
Debiéramos suponer entonces, que con ese volumen de deuda y con la base productiva nacional que había en el momento que prácticamente no había deuda, hoy debiéramos ser una potencia agrícola ganadera e industrial.
Sin embargo, no queda absolutamente nada; las políticas que se llevaron adelante a partir del 55 vaciaron absolutamente todo; no hay industria nacional; entregaron el desarrollo tecnológico; el aumento de la producción agrícola ganadera se hizo a partir de la sojización de la tierra, con métodos extractivos y depredadores del suelo, que están llevando al envenenamiento del suelo con consecuencias mortales para sus poblaciones el mismo método que están utilizando para la minería a cielo abierto, con tremendas consecuencias medio ambientales y humanas.
La extranjerización de las tierras productivas, incluso aquellas que contienen poblaciones y habitantes ancestrales.
Hoy la Argentina es el País de América Latina con la mayor deuda externa; el 42 % del producto bruto nacional es de los acreedores externos; para graficar mejor, cada 10 $ que el País produce, 4,2 $ son del acreedor.
El 13 de Julio del 2000, el Juez Jorge Ballesteros, en el fallo definitivo sobre la causa «deuda Externa» dio por probados más de 470 delitos y debido a que la causa había prescripto, los acusados no sufrieron ninguna pena; pero la califico de «ilegítima y fraudulenta».
Pero nuevamente tenemos estas contradicciones internas, que nos debiera hacer reflexionar como ciudadanos, para generar entre todos, un debate sobre la ilegitimidad de nuestra deuda externa; el monto de lo adeudado es el mismo que tienen argentinos depositado en el exterior.
Lo único que queda en pie es los esqueletos de aquellos hospitales públicos que se construyeron en las etapas de los tres gobiernos Peronistas y que especialmente en el gobierno de la gobernadora Vidal, fueron absolutamente vaciados en lo referente a equipamiento y personal; y que sin embargo hoy pese a todo eso, son el pilar fundamental de la lucha contra el covid 19, que es ejemplo mundial por su eficiencia.
Y como ejemplo ponemos los números de muertos al 3 de julio; mientras nuestro País, tenía 1385 muertes, nuestros vecinos más envidiados, por la nueva derecha argentina, Brasil 61.884 y Chile 5920. No estamos compitiendo por más o menos muertos; solo queremos poner en evidencia, un pensamiento ideológico histórico de la clase media Argentina, que hoy en un gran porcentaje enfrentan al Gobierno de Alberto Fernández, llamando por ejemplo a romper la cuarentena y que fueron tal vez los más beneficiados de los gobiernos Peronistas; y que irónica pero certera-mente los describió Ar-turo Jauretche: «la clase media, cuando está mal, vota bien, pero cuando está bien vota mal».
Cuando una y otra vez repasamos nuestra historia, y vemos que según el INDEC en la encuesta permanente de hogares del año 2019 indica que el 10% de las familias más ricas posee el 32% de toda la riqueza nacional mientras que el 10 % más pobre apenas accede al 1,6 % de esa misma riqueza.
Esto nos está indicando claramente que somos un pueblo, pobre en un País, infinitamente rico, donde 5 argentinos, figuran entre los 50 más ricos de los 250 Países que se considera que hay en el mundo: Paolo Rocca; Alejandro Bulgheroni; Marcos Galperin; Alberto Roemmers y Gregorio Pérez Companc.
En esta selecta lista de privilegiados connacionales, en un puesto más alejado, también se encuentra Mauricio Macri; quien, durante su gobierno, aumento su patrimonio en un 148%, mientras que la mayoría de los argentinos, cayeron en la más cruel de las pobrezas, a tal punto que una de las primeras medidas del gobierno de Alberto Fernández, fue la de implementar una tarjeta alimen-taria, a 400.000 personas; recordemos que la Argentina produce alimentos para 400 millones de personas que se incorporó a la asignación universal por hijo le llega a 4.000.000.
Pero llego la pandemia, y nuevamente un gobierno Peronista, recién asumido y con un pueblo hambreado implemento el Ingreso Familiar de Emergencia a casi 3 millones de personas y el ATP, un programa de asistencia, a empresas a las que el estado les garantiza el pago de hasta el 50% del sueldo, pero que nuevamente el poder real demuestra, su capacidad de ejercicio de presión sobre los gobiernos débiles, y el grupo Vicentin, y el grupo Clarín entre otros, han solicitado este beneficio.
Y nuevamente nuestras contradicciones internas salen a la superficie y una gran parte de la población sale a defender en las calles a una empresa como Vicentin que estafó al Estado en 99.000 millones de pesos con la complicidad del gobierno de Mauricio Macri a través del Banco Nación que presidia González Fraga; y el grupo Clarín cuyo mayor mérito, es haberse quedado con Papel Prensa, arrancándosela en la mesa de tortura a Lidia Papaleo.
El mundo lleva desde el inicio de la pandemia, más de 200 millones de desocupados, de los cuales EEUU está en el orden de los 40 millones, y la OIT, predice que la Argentina, puede llegar a superar 200.000 desocupados nuevos.
¿En este contexto histórico nacional tan contradictorio, como vamos a encarar un futuro distinto al pasado que ya nos hemos ganado?
Tenemos un enorme y riquísimo territorio; climas que favorecen un desarrollo agropecuario sustentable; una de las cordilleras con minerales que son el futuro del mundo; y una costa de las más extensas del planeta.
Solo hay que tomar una decisión: «o seguimos haciendo capitalismo criollo o definitivamente empezamos hacer el Peronismo, que hemos vivido y no aprendimos a ejercer y defender»