Por Mario Passarini Presidente Emérito del Instituto Belgraniano de Ituzaingó.
Las Memorias anuales del consulado fueron el instrumento del que dispuso Belgrano como secretario para difundir las nuevas ideas económicas que estaban naciendo en Europa paro aplicadas a este territorio promoviendo el desarrollo colonial.
Belgrano redactaba y leía cada vez que se iniciaba el período de sesiones una memoria sobre temas de interés económico y general, convirtiéndose en una verdadera cátedra sobre economía, sobre política y sobre educación, ideas que eran adaptadas al contexto en que se encontraba la aún colonia.
Proponemos aquí una selección de párrafos de las diferentes memorias que lo “hacen hablar” y que describen su revolucionario pensamiento y su incansable intención de lograr la felicidad de todos y cada uno de los habitantes de este suelo.
15 de junio de 1796
Título: Medios generales de fomentar la Agricultura, animar la Industria y proteger el Comercio, en un País Agricultor
“Nadie duda que un Estado que posea con la mejor perfección el verdadero cultivo de su terreno, en el que las artes se hallan en manos de hombres industriosos con principios, y en el que el comercio por consiguiente se haga con frutos y géneros suyos, sea el verdadero País de la Felicidad y tendrá los medios de subsistencia y aun otros que le servirán de pura comodidad”.
“Este Consulado debe atender a los ramos de Agricultura, Industria y Comercio como que son las tres fuentes universales de riquezas”.
En esta, su primera memoria, expone los conocimientos adquiridos sobre la Agricultura, “como que es la madre fecunda que proporciona todas las materias primeras que dan movimiento a las Artes y el Comercio”.
“La Agricultura es el verdadero destino del hombre”, “es el manantial de los verdaderos bienes, de las riquezas que tienen un precio real, darle todo el fomento que sea necesario, y hacerla que prospere en todas las Provincias que sean capaces de alguno de sus ramos, pues toda prosperidad que no esté fundada en la Agricultura es precaria”.
En esta Memoria propone la creación de una Escuela de Agricultura que pueda instruir a los jóvenes labradores (rescata la experiencia de países como Inglaterra, Francia, Alemania e Italia).
Con referencia a este tema:
“Otro medio de fomentar la Agricultura es la cría de ganado, pero recomiendo muchísimo la cría de ganado lanar, también la vicuña y la alpaca”.
“No se debe menos atención a los montes. Es indispensable poner todo cuidado y hacer los mayores esfuerzos en poblar la tierra de árboles”.
En esta Memoria hace una crítica a la ganadería, a como se practicaba en estas tierras. Desconfiaba de la riqueza fácil que prometía la ganadería porque daba trabajo a muy poca gente y concentraba la riqueza en pocas manos. Al respecto expresaba:
“Hasta poco tiempo ha no se ha exportado otro fruto de este País que el Cuero, además cuando se han puesto los establecimientos de Carnes Saladas, tasajo, cebo… ¡A! señores, es preciso confesar que el mal ha estado y está en nosotros mismos, y que los pudientes no han hecho más que el Comercio de Europa, retornando los cueros sin atender a otros ramos, ni mirar que la tierra bien o mal empleada, el cultivo de las tierras bien o mal dirigido, deciden de la riqueza o indigencia no solo de los labradores, sino también en general de todas las clases de un Estado, en que el comercio y el bien más real dependen esencialmente de las producciones de la tierra”.
“No debemos abandonar aquellas artes y fábricas que se hallan ya establecidas en los Países que están bajo nuestros conocimientos, antes es forzoso dispensarles toda la protección posible y que se las auxilie en un todo y se les proporcionen quantos adelantamientos puedan tener, para animarlas y ponerlas en estado más floreciente”.
“Para ello es necesario crear una Escuela de Dibujo que sin duda es el alma de las Artes”.
“Además las Artes y Fábricas deben fomentarse para que el Labrador tenga un recurso con que pueda atender a sus necesidades si se aplica. Todo el mundo sabe que en el año hay muchos meses en que no tiene necesidad de atender al cultivo, y en ese tiempo deberá destinarse a algún ramo de industria de que pudiese sacar su subsistencia, y que le proporcione a otras muchas comodidades con que pudiese hacer su vida más agradable, y evitar la ociosidad origen de todos los males en la sociedad”.
“He visto con dolor sin salir de esta Capital una infinidad de hombres ociosos en quienes no se ve otra cosa que las miserias desnudas; una infinidad de familias que solo deben su subsistencia a la feracidad del País, que está por todas partes denotando la riqueza que encierra, esto es, la abundancia; y apenas se encuentra alguna familia que esté destinada a un oficio útil, que exersa un arte ó que se emplee de modo que tenga alguna más comodidad en su vida. Esos miserables ranchos donde vé uno la multitud de criaturas que llegan a la edad de pubertad sin haber exercido otra cosa que la ociosidad. Deben ser atendidos hasta el último punto. La lana es bien abundante en este país, el Algodón del Paraguay, Chaco, y otras infinitas materias primas que tenemos y podemos tener con industria, pueden proporcionar mil medios de subsistencia a estas infelices gentes”.
“Deben proporcionarles una regular educación que es el principio de donde resultan ya los bienes de la Sociedad. Uno de los principales medios adoptar á este fin, son las Escuelas Gratuitas adonde pudieran los infelices mandar a sus hijos sin tener que pagar cosa alguna por su instrucción; allí se les podían dictar buenas máximas, é inspirarles amor al trabajo, pues en un Pueblo donde no reine este, decae el Comercio y toma su lugar la miseria; las artes perecen y todo en una palabra desaparece quando se abandona la industria porque se cree que no es de utilidad alguna”.
“Igualmente se deben poner Escuelas Gratuitas para las niñas donde se les enseñase á ler, escribir, coser, bordar y principalmente inspirarles el amor al trabajo para separarlas de la ociosidad tan perjudicial”.
“Debe confiarse el cuidado de las Escuelas Gratuitas á aquellos hombres y mugeres que por oposición hubiesen mostrado su habilidad y cuia conducta fues de publico y notorio irreprensible… Deben ser los Inspectores los que deben velar la tarea de los Maestros y Maestras”.
“Jamás me cansaré de recomendar la Escuela y el Premio, nada se puede conseguir sin esto…”
“Debemos de proteger el Comercio, soy muy amante de que todas las ciencias se sepan por principios y nadie puede tener conocimientos de aquellas sin estar instruido en estos”.
“La ciencia del comercio no se reduce á comprar por diez y vender por veinte, sus principios son más dignos, y la extensión que comprenden es mucho más de lo que puede parecer a aquellos que sin conocimientos han emprendido sus negociaciones”
“Propongo una Escuela Titulada de Comercio donde los jobenes vayan a instruirse en la Aritmética, en el modo de llevar la cuenta y razón, y tener los Libros; en el cálculo y reglas de cambio; en las reglas de la navegación mercantil; de los seguros; en el modo de establecer la correspondencia mercantil, donde se les enseña los principios gene-rales de la Geografía, y las producciones de que abundan ó escasen los Países”
“Otro medio de protexer el comercio es establecer una Compañía de Seguros tanto para proteger el comercio marítimo como el terrestre”.
“Que esforzoso se ponga igualmente como medio de protección del comercio una Escuela de la Náutica sin cuios principios nadie pudiese ser Patrón de Lancha en este Río”.
“Ayúdenme á formar la descripción del, con los medios de fomentar su Agricultura, industria y comercio que son los objetos de nuestro Instituto. Así cumpliremos con nuestra obligación, proporcionándole la felicidad a estas bastas Provincias”.
Junio de 1797
Título: Utilidades que resultarán a esta Provincia; y la Península del cultivo del Lino y Cáñamo; medio de hacerlo; la tierra más conveniente para el; modo de cosechar estos dos ramos; y por último se proponen los medios de empeñar á nuestros labradores para que se dediquen con constancia á este ramo de la Agricultura.
En esta Memoria, Belgrano realiza un minucioso trabajo sobre como se deben hacer los cultivos, la preparación de la tierra, su siembra, los cuidados y la recolección. Luego analiza el costo de los fletes y la carencia de Buques Mercantes.
Sugiere que el Gobierno podía igualmente adoptar el medio de comprar todos los Linos y Cáñamos que se cosechasen: “teniendo los Labradores la certeza de la venta de sus cosechas no se pueden dudar que se aplicarían con constancia y este ramo de comercio vendrá á ser algún dia uno de los más interesantes á este País”.
“Mientras no se adopten estos recursos y permanezca nuestra Marina Mercantil en el actual estado, no esperemos que tenga valor nuestros frutos, ni que la agricultura reciba un fomento como el que necesita este País”.
“Persuadamonos S.S. á que en esta Provincia la verdadera mi-na es la tierra bien cultivada, que mientras no se la atienda, nunca seremos felices y como dice el célebre Quesnay “con preferencia á todo un Estado Agricultor debe estar poblado de Ricos Labradores”.
14 de Junio de 1802
“Sobre el establecimiento de Fabricas de Curtiembres en el Virreynato de Bs.As.”
“Conseguir el fomento de nuestra industria, el del comercio y navegación y arrancar de las manos del extrangero los medios con que forzadamente nos quita las grandes riquezas en perjuicio gene-ral de la Nación”
Fomentar la instalación de Curtiembre
“Los adelantamientos logrados en Europa son indecibles. Necesitamos, a quienes tengan conocimientos de Química y Botánica, con lo que podamos propagar el establecimiento de unas fábricas tan provechosas”.
“Se deben traer (de Irlanda), seis Maestros Curtidores que nos enseñen esos adelantos”.
“Todas las Naciones Cultas se esmeran en que sus materias primeras no salgan de sus Estados a manufacturarse, y todo su em-peño es conseguir, no solo darles nuevas formas sino vendérselas a otros países”.
“Es presiso que dispertemos de la inacción, que sacudamos el yugo extrangero, y que tengamos presente que a nuestra inercia debe este su preponderancia, y que la Nación este abatida con tanto desdoro, apliquémonos todos á buscar los medios de sacarla de este estado con todas nuestras fuerzas siguiendo los pasos de la Naturaleza; esta Madre Sabia que a depositado en cada País una riqueza para que trabajando el hombre lo haga poderoso, y fuerte contra quien lo quiera oprimir.”
16 de junio de 1809
Título: Males del Contrabando
“Mientras los honrados ciudadanos dedicados al comercio, noble carrera, otros amparados del espíritu cruel de la codicia, hollando todas las obligaciones y respetos, corren precipitadamente al inicuo tráfico del contrabando, al parecer como empeñados en acabar y ultimar al comercio lícito, y con él acelerar la destrucción del Estado”.
“Desengañémonos: jamás han podido existir los Estados luego que la corrupción ha llegado á pisar las Leyes y Faltar a todos los respectos”.
“El mejor modo, el fundamento de su protección y fomento, debe ser ponerlo en el equilibrio que le corresponde, y esto no puede ser sin aniquilar el contrabando y con él la hidra del monopolio que todo lo devora, todo lo acaba, hasta derribar las columnas del edificio político”.
“Si es cierto, como lo aseguran todos los Economistas, que la repartición de las riquezas hace la riqueza real y verdadera de un País, de un Estado entero, elevándolo al mayor grado de felicidad, mal podrá haberla en nuestras Provincias, quando existiendo el con-trabando y con él el infernal monopolio, se reducirán las riquezas á unas quantas manos que arracan el jugo de la patria y la reducen á la miseria”.
Advertencia: las citas de Belgrano están transcriptas respetando el idioma castellano de uso en 1800.