Ya que de festejar la Patria se trataba, nos llegamos, este cronista cultural y su fotógrafa estrella al Espacio Cultural el Transformador de Haedo que tiene una riquísima historia centenaria vinculada a los avatares políticos y económicos del Conurbano Oeste y del país mismo como catalizador de culturas.
Fue, como es de público conocimiento. la antigua mansión del ex gobernador de Buenos Aires, Manuel Fresco (1888-1971) que, cómo se sabe, fue uno de los renovadores del conservadurismo filofascista surgido de la revolución del 6 de septiembre de 1930, que se volcó más tarde hacia posturas populistas y antilatifundistas pero sin abandonar nunca la práctica del fraude patriótico destinado a evitar el retorno del Irigoyenismo al poder en la Provincia que Fresco gobernó entre 1936 y 1940.
Desde la aparición de las Asambleas Barriales tras la crisis de diciembre de 2001, la vetusta casona señorial reabre sus puertas desde las ruinas a las que lo condenaron tres décadas de abandono y comienza su conversión en el centro cultural comunitario El Transformador, que en Setiembre cumplirá 23 años de labor como Asociación Civil sin Fines de Lucro, con una gran fiesta callejera que convocará a todos los vecinos del barrio.
Con su indeleble sonrisa, Aldana, una de las organizadoras nos informó sobre las dificultades que presenta la vieja mansión para su mantenimiento desde el momento que un descendiente de la familia propietaria prestó las llaves para su ocupación en un convenio que ya superó dos juicios de desalojo y gestionó con éxito la expropiación por parte de la Provincia que no llegó a concretarse por su crónica falta de presupuesto.

También se refirió a las gestiones y eventos que organizan sus responsables para financiar este legendario espacio: desde el trabajo con niños y mayores en situación de calle que pernoctaban en los vagones abandonados en los talleres ferroviarios y los talleres arancelados para la comunidad.
Además funciona la biblioteca de los martes pensada como espacio de lectura y centro de estudios estudiantil secundario y de reunión para colectivos de mujeres y disidencias.
Como fuente de ingresos genuinos se creó un taller de herrería y soldadura abierto al barrio y un mercado de alimentos comunitarios que actualmente se encuentra suspendido.
Y Como la resistencia cultural es un sueño inmemorial y una fiesta permanente, participamos del Patio Peñero de vigilia de la Revolución de Mayo, en el atardecer del soleado sábado 24 con feria de emprendedores haedenses y números musicales de interesantes artistas locales: desde el Trío Revolución Sachera de los hermanos Galeano de guitarra bombo y violín (bien bandeño) que abrió la bailanta con una selección de zambas, gatos y chacareras que lograron sacudir las tabas hasta los más friolentos;
Luego un intermezzo norteño con la banda de Sikuris carnavaleros de la escuela ETAARF de la vecina calle Caseros 540 cuyo director explicó la esencia ceremonial y comunitaria de este ancestral instrumento e invitó a participar de los cursos gratuitos que se dictan en ese establecimiento.
Ya con el fresco nocturno Lelu Hairk @lelucanciones se animó a romper el rígido protocolo folck con un potpurrí rockero-cumbiero, que incluyó desde la mítica Marcha de la Bronca. hasta temas de Virus y Los Auténticos Decadentes.
Cerró el evento el grupo folclórico melódico La Escampa que exhibió una interesante armonía en el ensamble de guitarra, flauta y bombo realzando la afinada voz femenina del conjunto.
Obviamente la fiesta incluyó la mateada con pastelitos dulces, fernet y cerveza en latas con empanadas y, entrada la noche un exquisito guiso de lentejas con vino carlón, de esos que manchan la mesa, como en los buenos viejos tiempos del bodegón de la calle Estrada donde almorzaban cotidianamente los obreros del Ferrocarril del Oeste.

Nota Alberto Trinckler
Fotos Moni Melián