
El estado en escena” de Clara Kriger _
Siete décadas después la resonancia de Evita continúa intacta y se renueva con cada generación y con nuevos enfoques históricos que desmienten aquello que creíamos encapsulado en el pasado y en los homenajes de rutina que dejan siempre una sensación de muerte lenta, de alma en pena que deambula por espacios y tiempos hoy inverosímiles arengando a sus descamisados y descamisadas ausentes a no claudicar ni retroceder en ese camino donde dejó girones de su vida con el mandato de enarbolar su nombre como una bandera de victoria.
Clara Kriger, doctora en Historia y Teoría de las Artes de la UBA, donde dirige el Área de Investigaciones en Cine y Artes Audiovisuales entre otros numerosos frentes de reflexión histórica y cinematográfica es una de las estudiosas actuales que levanta ese estandarte en sus trabajos sobre el cine del peronismo y su carácter pedagógico que confiaba a las mujeres a quienes Eva dignificó a través de la ley del voto femenino
Pero Clara no se detiene en la evocación fácil que apela a las emociones abstractas sino que recupera el debate de la época eternizado por el Docudrama como una iconografía que el peronismo reivindicó en su estrategia de comunicación de masas.
La autora señala como antecedentes del docudrama al británico John Grierson que se valió con fines de propaganda política del potencial popular y pedagógico del cine de su época.
Sin olvidar la más tarde denostada propaganda cinematográfica fascista y de la Alemania nazi, la autora hace hincapié en los contemporáneos films of Merits, (1935) la serie de películas que en EEUU dirigió Pare Lorenz por encargo de FD Roosevelt para promocionar el New Deal.
Sin embargo, los docudramas en la Argentina tienen tradición propia que se remonta a los cortometrajes realizados por Eduardo Morera, también en 1935 para difundir las canciones de Carlos Gardel, antecedente mundial del Video Clip, e incluso pueden rastrearse en La bandera Argentina (1908) documental inaugural de nuestra cinematografía.
La novedad de la serie promovida por Raúl Apold en 1949 es que constituye un recurso inverso a la que suelen emplear los filmes históricos, aquí y en todo el mundo, de incluir fragmentos de noticieros para dar verosimilitud a una trama de ficción sino, por el contrario, incluir un capítulo ficcional dentro de los noticieros (Sucesos Argentinos, Panamericano) que se exhibían en los cines antes de las películas para promocionar la obra del gobierno peronista. Eran cortos o mediometrajes destinados a exaltar o difundir iniciativas de política pública con contenido social realizadas por el gobierno o la Fundación Eva perón.
La importancia que le asignó el gobierno se evidencia por la participación de los actores más populares de la época que se identifican afectivamente con el público y legitiman emocionalmente las políticas estatales:
Oreste Caviglia, Elina Colomer, Fanny Navarro, Enrique Muiño, Hugo del Carril, entre otros y la dirección de prestigiosos cineastas como Luis César Amadori, Mario Sófici: que dirige Nuestro Hogar, Cahen Salaverry: (Turismo Social), Ralph Papier en Payadas del tiempo nuevo, o Alberto Soria que filma Cuando la plata se hizo argentina un interesante ensayo de divulgación popular de la política económica peronista.
El docudrama “La mujer puede y debe votar” dirigido por Luis Moglia Barth, incluido en el Noticiario Panamericano se inscribe en el marco de la campaña de concientización para el empadronamiento (cuyas características y circunstancias son explicadas en la extensa sección documental del noticiero) que otorgará la libreta cívica a las mujeres, como documento de identidad indispensable para todos los actos civiles y electorales
A pocos meses de la elección muchas mujeres carecían de libreta cívica por eso las unidades básicas del Partido Peronista Femenino, como se observa en la parte documental, ayudaron en las tareas al empadronamiento femenino.
En la sección documental aparece la figura central de Eva Perón cumpliendo tereas de ayuda social o de proselitismo, sola o acompañada por su esposo el Presidente.
Por su parte, el fragmento ficcional está protagonizado por Perla Mux; militante del Ateneo Cultural Eva Perón, integrado por artistas reconocidas, que interpreta a la joven peronista partidaria del sufragio, que realiza una interesante arenga final, que nos recuerda que las consignas de una Patria socialmente justa, económicamente libre y políticamente soberana habían sido incorporadas al Preámbulo de la reforma constitucional de 1949, luego eliminadas por la Libertadora.
Quizás hoy sus palabras suenen como retóricas y acartonadas.
Oreste Caviglia: Un actor importante de la década peronista que luego se enfrentará políticamente con sus antiguos compañeros, ej: E.S. Discépolo. Representa al padre “contreras” y machista que ironiza sobre el derecho de la mujer a votar
María Armand Encarna a la madre que no cree necesario para ella elegir a sus representantes porque su vida se desarrolla en el ámbito privado de la familia, como pensaban muchas mujeres mayores en aquel tiempo de cambios.
Patricia Castell: La hermana joven, indecisa en su compromiso político, pero encantada con la relevancia que se otorga a las mujeres.
Darío Gaizi. El hermano joven y progresista que aconseja a Perla y por extensión a todas sus contemporáneas: “elegir a los candidatos que lleven las 3 banderas peronistas al triunfo.
Voces en off: Fanny Navarro que contextualiza el diálogo de la familia y Carlos D¨Agostino que inicia el corto como una voz radial que atribuye a Eva Perón ser única gestora de la ley del voto femenino.
Los recursos de encuadre y montaje remiten al cine costumbrista estadounidense, típico de las comedias y melodramas de la época y tienen un recordado antecedente en la escena protagonizada por Enrique Muiño y Arturo García Buhr en Así es la vida (1935) en la que el primero se resiste a que su hija se case con Buhr por tener ideas socialistas.
Sin dudas, lo más interesante de aquellos docudramas, que aún hoy los antiperonistas comparan con la propaganda nazi promovida por Joseph Goebbels, sea la actualidad que conservan los debates sobre el rol del Estado de cara a los derechos civiles y políticos y el rol que las mujeres están llamadas a desempeñaren el su ejecución y en su pedagogía.
Como material de archivo, resulta útil para comprender las continuidades y rupturas que caracterizan a la historia Argentina moderna y las dificultades para encontrar espacios de consenso social y cultural