
50° aniversario de la Feria del Libro
El Jueves 24 de abril se inauguró la 49° edición de la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires el mayor evento literario y cultural de América Latina, en el predio de la Rural de Palermo.
Abrió la Muestra el Presidente de la Fundación el Libro Esteban Rainone quién dio la bienvenida al Jefe de Gobierno de CABA: Jorge Macri, al Dr Aldulatif Alwassi representante del país invitado autoridades nacionales y extranjeras y al escritor Juan Sasturain «…que nos honrará con el discurso inaugural de esta Feria»
En los párrafos más relevantes de su alocución Rainone aseguró que en estos días «de tanto dolor»(…) la literatura educa el corazón y la mente y nos abre a la escucha»
Resaltó el acompañamiento año a año de cientos de miles de lectores que visitan la Feria que aunque se encuentra en desventaja con las de otros países que asignan mayores recursos a la cultura que combina la fuerza de la tradición con la creatividad de la innovación..
Señaló además la vitalidad de la Feria a lo largo del tiempo y reclamó la recomposición de su presupuesto a sus valores históricos.
«Nos gusta pensar la Feria como la celebración máxima de los libros y la cultura: Por eso este año el último domingo vamos a tener un gran escenario musical encabezado por Kevin Johansen y Liniers entre otros artistas de Sony Music» concluyó el funcionario.
Por su parte Juan Sasturain aseguró que la idea de organizadores y participantes es no defraudar la expectativa de todos los asistentes, dadas las circunstancias y dedicó su discurso a Roberto Fontanarrosa del que recordó un chiste que ironiza acerca de la pobreza en que suelen desarrollarse los eventos en la Argentina.
Seguidamente se presentó al público con una fórmula de Norah Lange (Estimados Congéneres) «que fue -aseguró- mucho más que la mujer de Oliverio Girondo» «Estoy aquí -continuó- donde estuvieron Piñeyro; Sacomanno, Kohan y Hecker. uno siente orgullo y un poco intimidado»
En su copiosa nómina de citas literarias no faltaron los versos de Uno de Enrique Santos Discépolo en quién , explicó, lo personal y lo colectivo son indisolubles pero el plural de ese uno es alternativo: puede ser Yo o Nosotros, los estimados congéneres de la Lange o como Uno, los náufragos y sobrevivientes de su primer libro Manual de Perdedores
En una alocución por momentos desopilante, resalto el sentido del humor y del ridículo de los grandes escritores argentinos del siglo XX y de las nuevas generaciones, recitó párrafos de tangos, de poemas reales y apócrifos y señaló que vivimos tiempos discepolianos.
O, más bien , leperianos por haber perdido «la vergüenza de haber sido y el dolor de ya no ser» en lo que definió como un aporte para una sintomatología del Mal de Bierce: Enfermedad social degenerativa que conlleva en su etapa final, la pérdida irreparable de la vergüenza.
Aseguro que este Mal de gran difusión, especialmente a partir de la pandemia es muy contagioso y no posee antídotos. Suele amenazar, a la larga o a la corta, a la supervivencia del tejido social si no se logra el diagnóstico precoz desde sus primeros síntomas como la falta de empatía y sensibilidad social, la agresividad creciente y la incontinencia soez del lenguaje.
«Por último- sostuvo Sasturain- la víctima «padece de una penosa tendencia a la confusión conceptual (…) y confundirá la Patria con una empresa; al Estado presente con un árbitro ciego a los escrúpulos con una isla griega (diría Gila) y la Economía con la econosuya.
Resumiendo- concluyó- cabe estar atentos todos a la aparición personal de cualquiera de estos síntomas lamentablemente generalizados y obrar en consecuencia antes que sea tarde. Mientras sintamos vergüenza habrá esperanza: La vergüenza es salud: Brindemos por eso.
Nota Oestiario Zoo
Fotos web