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De la Inflación considerada como una de las bellas artes:

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De la Inflación considerada como una de las bellas artes:

Dada nuestra proverbial ignorancia sobre este espinoso tema, nos permitimos glosar un análisis de Paul Segal, Profesor en Economía y Finanzas de IAE (La Nación,10 de abril de 2025)
Ahí Va: Si el déficit fiscal fuera la raíz del problema económico argentino como dice Javier Milei – afirma el autor de la nota- tal vez el nuevo salvavidas monetario del FMI alcanzaría para estabilizarla si no fuera absorbido por la demanda de los ahorristas y perdiéndose de las reservas
Pero los datos lo contradicen: la inflación de las últimas décadas no se debe al déficit, sino a un ciclo auto reforzante impulsado por tasas de interés reales persistentemente negativas. que a su vez redundan en mayor inflación.
La visión convencional del Monetarismo sostiene que la inflación surge de la emisión de dinero para financiar déficits excesivos, una ficción repetida hasta el cansancio por nuestros liberales como recitando un Mantra.
Esto choca con nuestro mítico realismo mágico: a saber: Con la crisis de 2008, la inflación en la Argentina empezó a superar el 20% pese a los superávits gemelos del kirchnerismo y simplemente retomó una tendencia histórica ligada a la restricción externa por la fuga de divisas o , si se prefiere, por el arte de la evasión endógena y exterior
Ante la misma emergencia, ocho países de la región registraron déficits mayores, seis–incluyendo Brasil y Bolivia–con inflaciones inferiores al 6%. Lo que distingue a la Argentina es su tasa de interés real negativa ante la inflación que siempre superó el rendimiento de un plazo fijo en pesos. Por eso, la pérfida casta de ahorristas y jubilados migraron al dólar, convirtiéndolo en el ancla de precios y creando un círculo vicioso que, bien mirado es también un atributo del arte de vanguardia.
La pérdida del peso como reserva de valor , hizo que cada depreciación sea más inflacionaria que en otros países. ¿Por qué refugiarse en dólares y no en ladrillos, bienes raíces u otros bienes productivos que acaso atesoran nuestros vecinos? Es otro de los discretos encantos del bi- monetarismo argentino
Cuando el tipo de cambio se estabilizó, la inflación aún superó el 2% mensual porque, una vez instaurada la inercia inflacionaria, detenerla es difícil. Restaurar la confianza en un nuevo régimen llevará tiempo -dice el economista- mientras tanto las empresas protegen sus márgenes Todo un Arte Mayor en un contexto de recesión casi terminal.
La emisión de dinero es en cambio un arte menor, un síntoma de bloqueos subyacentes y no la causa del déficit fiscal de Argentina que debería haberse financiado con bonos de deuda interna, como en otros países, pero la tasa de interés real negativa obligó a las autoridades a instalar cepos, blanqueos más o menos ruinosos y a imprimir dinero siempre diferente aguzando el ingenio artístico de sus diseñadores.
A nivel global, no existe un vínculo directo entre emisión de dinero e inflación. Tras la crisis de 2008, muchos países imprimieron dinero sin aumentos de precios notables. Estados Unidos cuadruplicó su base monetaria entre 2007 y 2014, manteniendo la inflación cerca del 2% anual.
En la Argentina, el salto inflacionario obligó a un ajuste fiscal, porqué los gobiernos evitan subir la tasa de interés por temor a frenar la economía, Pero tras 13 años de estancamiento este argumento forma parte de un stand up ya remanido.

Paul Segal

Además, las mismas condiciones que hacen rentable la especulación y el carry trade son las que incentivarían el ahorro en pesos en lugar de dólares.
Si bien tener políticas fiscales y monetarias sensatas es necesario para estabilizar la economía, están lejos de ser suficientes para sostener el crecimiento. Brasil y México han mantenido baja inflación por más de dos décadas, pero desde 2008 han crecido apenas 0,7% y 0,3% anual, respectivamente.
Esto nos llevaría a la conclusión que , en este país al menos, la inflación es un motor histórico, aunque perverso de crecimiento desigual que ya le cercenó trece ceros a la castigada moneda nacional
¿ Porque considerar a la inflación y a la propia economía como una de las bellas artes?
Primero por estar atravesada por teorías lúdicas como la de los juegos o metafísicas como la teoría del Caos y poblada de metáforas poéticas incomprobables que hablan del fetiche de la mercancía o de einstenianos precios relativos. Esto por no hablar de la creatividad inagotable de economistas y usuarios para reflotar esta nave encallada desde hace décadas en creciente riesgo de naufragio.

Además porque el arte se instala también en el principio de escasez como nos han enseñado las danzas agrarias propiciatorias de la lluvia y el artemagia rupestre de cacería.
Más allá de nuestra crisis serial, la artesanía económica necesita de un Estado que provea infraestructura y servicios de calidad, y fomente la creatividad productiva en lugar de propiciar a duras penas la procacidad de los outsiders. Eso será el desafío del largo plazo; concluye Segal: (para entonces todos estaremos muertos)
Hasta más vernos