
A la Patria cantala sin Amargura
Arrancamos con esta cita del gran cantautor oriental Alfredo Zitarrosa porque nos parece que la tendencia posmoderna de cuestionar los grandes relatos históricos no es entre nosotros un daño colateral de la globalización ni el clásico revisionismo de la Historia Oficial canonizada por la escuela sarmientina, que acabó instalando un nuevo relato canónico mediante el falaz recurso de invertir la valoración moral de los contendientes históricos asumidos como justos y réprobos.
La paranoica apelación anarco-capitalista a la libertad, que ignora, sin duda, la célebre frase de Madame Roland acerca de los crímenes que se cometen en su nombre, parece más bien el correlato político-institucional del trauma de una sociedad fracturada por la crisis de sus ideales colectivos que son justamente los que alimentan la narrativa y la simbología que nuestros mayores inauguraron 210 años atrás.
No es por supuesto, la única confusión que ha instalado el libertarismo en el debate público: Otros conceptos por los que 10 generaciones argentinas lucharon y dieron la vida, como son la democracia y la Justicia Social han sido, no solamente tergiversados sino incluso frivolizados, mas que banalizados en el sentido que le otorgaba Hanna Arendt al Mal ejercido por el poder estatal, porque enfrentamos, al menos por ahora, una nueva, grotesca versión del cipayismo que, como dijo Alguién se presenta primero como tragedia y, en su versión actual, apenas como una farsa
¡Viva la Patria, Carajo!

Nota Oestiario Zoo