
en DOC 25 Sala Lugones, Teatro San Martín, por Roger Coza
Una sinfonía fílmica que debía haber tenido mayor trascendencia por su originalidad y libertad: el gran Edgardo Cozarinsky tenía un pequeño papel pero decisivo: el marqués de Sade, un poco exhausto se reunía con algunas mujeres y otros hombres en un carruaje . En el desenlace pasaba algo conmovedor; Perrone y Cozarinsky repasaban lo que habían filmado y concluían que el cine podía apropiarse del alma de quien es filmado. Cozarinsky dejó de existir un año atrás y su cuerpo y la nada le pertenecen ¿Donde está su alma? en ningún otro lado excepto en esta película acariciada por la gracia ¿Perrone Sacerdote? ¿Perrone médium? No Perrone cineasta y amigo despidiéndose aún como el propio Cozarinsky lo hace de su personaje al que abandona con cierta reticencia y melancolía pero convencido de que todo tiene que terminar» R.Coza
El suple se llegó el domingo 24 a la Sala Lugones del San Martín para disfrutar de esta rareza de 35 minutos del inagotable Antiautor del Oeste que definió su corto con simpleza metafísica «Cozarinsky no está más y quise hablar con él»
El prólogo de la charla (el fuera de cámara de la filmación del Marqués de Sade (Perrone, 2019) es un inusual alarde de imágenes y recursos fílmicos en blanco y negro que remiten desde el cine mudo hasta las vanguardias escandinavas del siglo XX, nada que no nos haya sorprendido en muchas de sus películas anteriores en las que, según el Perro, ha oscilado entre el realismo, la experimentación y el expresionismo, pero en esta ocasión se mezclan con una expresividad casi litúrgica. Acompañaron a Raúl, como siempre, además del renombrado crítico cinéfilo, su productor Pablo Ratto, el dire del Museo de Arte de Ituzaingó Facundo Valdez y sus actores y colaboradores incondicionales: Pantera, Lara Seijas Emma Echevarría y toda la troupe del Taller «Hacete la Película» que lleno otra vez la sala del Complejo Teatral Porteño.
Nota Alberto Trinckler Fotos Moni Melian