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La economía en el gobierno de Macri. Cómo se gestó la deuda con el FMI

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La economía en el gobierno de Macri. Cómo se gestó la deuda con el FMI

La economía en el gobierno de Macri. Cómo se gestó la deuda con el FMI

Mayans: ¿Cómo es la genialidad del equipo económico que le devalúa la moneda en un 60 por ciento, le aumenta los servicios en dólares y pretende que un trabajador, una micro o una pyme pague en dólares cuando cobra en pesos?

Intervención del Senador José Mayans en el tratamiento de la autorización al “Programa de Facilidades Extendidas”, a celebrarse entre el Poder Ejecutivo Nacional y el FMI. 17 de marzo de 2022. Sesión especial. Fuente: Senado, Diario de Sesiones.

Discurso de José Mayans. Foto: multimediosprisma.

Tiene la palabra, senador Mayans.
Sr. Mayans.- Muchas gracias, señora presidenta.
Bueno, en verdad, un debate interesante, por un tema que viene de la Cámara de Diputados, en revisión, que es el acuerdo que se hizo en su momento con el Fondo Monetario Internacional y que fue motivo de debates antes, ahora y también después.
Ahora, ¿cómo viene esta media sanción? Viene con un acuerdo importante. Son más de doscientos votos que trae el acuerdo. Y yo estuve observando el debate en la Cámara de Diputados, todas las jornadas que se hicieron. Fue también el presidente de la Comisión, senador Guerra, a trabajar en forma conjunta allí. Estuvieron presentes los de la CGT; estuvieron presentes los de la Sociedad Rural; los de la Unión Industrial. Pero indudablemente que la presencia significativa, sobre todo para el Senado, fue la de los gobernadores; estuvieron muchos gobernadores. Y la verdad es que no escuché ningún gobernador que se oponga a este tema. Por lo menos, no lo tengo registrado. Creo que hay un gobernador que está en desacuerdo, pero en general los gobernadores fueron a pedirles a los diputados que acompañen el proyecto.
La verdad es que tengo que destacar también allí la presencia del gobernador Morales, que fue senador con nosotros, y que dijo claramente: Estamos acá, porque esta deuda la hicimos nosotros y tenemos que ser responsables. Esto lo dijo el gobernador Morales: Esta deuda la hicimos nosotros y debemos tener la responsabilidad y la seriedad… Lo dijo ahí, cuando… No sé si lo escucharon; no sé por qué les causa gracia, pero fue lo que dijo. Así que, bueno, eso se llama sensatez.

El otro tema es el contexto en que nosotros estamos tratando esto. El contexto internacional es duro, que sabemos cómo empezó, pero no sabemos cómo termina.

Dos esquemas: uno, el de la pandemia. Vieron lo que está pasando en China. Por lo menos, dicen que en este momento no hay ataúdes disponibles. O sea, en una nueva etapa de la pandemia, con una nueva variante. Y que, imagínense, en China todavía no están pudiendo resolver este tema, en Hong Kong. O sea, otra mutación parece que está presente allí, en China. Y la verdad es que es grave el tema. El otro tema es el de la guerra, que todavía no sabemos cómo termina; no sabemos cómo termina, repito.
Dicen que la conversación de dos parlamentarios en Inglaterra, fue: “Parece que mataron a un archiduque, ahí, en Sarajevo”. “Ah” –dice el otro–, “no pasa nada”. Era el heredero del Imperio austrohúngaro. Eso fue el 28 de junio de 1914. Treinta días después, el mundo estaba en guerra. Allí murió Francisco Fernando, que era heredero del Imperio Austrohúngaro. Iba a ser muy rápido lo de Serbia: la primera semana hubo 20.000 muertos. Termina la Primera Guerra Mundial con más de 20 millones de muertos. Y después, todos los acontecimientos que le siguieron, las revoluciones, el Tratado de Versalles, la Segunda Guerra Mundial y otros 50 millones de muertos. Se sabe cómo empieza. Después, va escalando, va escalando, va escalando…
Pero la diferencia entre aquella guerra y esta es que, en este momento, existen armas nucleares. Esa es la diferencia. ¿Ustedes vieron lo que pasó con la economía? Que comenzaron a sancionar a Rusia, tomó una central nuclear y cambió toda la variante económica de Europa. Y China dice: “Tranquilo”.

Bueno, ese es el contexto en el que está el mundo en este momento. A veces, pasa el efecto retardado, como el caso de la pandemia, que dicen: “Pasó en África”. “No, es ómicron, pero vamos a poder…” y fíjense lo que pasó. Bueno, gracias a Dios tenemos vacunas contra esa cepa. Obviamente, nosotros en la tercera ola llegamos a tener casi 1 millón de casos, pero cambió el tema en cuanto a la terapia intensiva y todas esas cosas.
Este es el contexto. La primera vez que hablamos con Cristina –lo voy a decir así, para unificar los bloques–, lo hicimos un tiempo largo. Lo primero que hablamos fue del endeudamiento público. Y me dice Cristina: Mirá, no sé si este nivel de endeudamiento se va a poder resolver, porque es tremendo; es tremendo. Ella era senadora, yo también, y hablamos. Ya era vicepresidenta electa –pero era senadora– y me dijeron para trabajar juntos en los bloques. Y hablamos, justamente, del endeudamiento público. Y lo veía como un problema grave, realmente.
Ahora, yo comparto lo que dijo la senadora por Córdoba, en el sentido de que cuando miramos al pasado tiene que ser con una visión constructiva, o sea, para aprender del pasado, para no cometer los mismos errores del pasado y para ver las consecuencias, porque en definitiva muchos dicen “No hablemos del pasado”, pero el presente que estamos viviendo y el futuro, dependen de lo que se hizo antes o del error que se cometió.

Martín Lousteau aseguró que hay que subir las tarifas porque generan déficit (Mendoza Post)
Acá, indudablemente, confrontan dos modelos.

Dos modelos. En nuestro caso, como Perón decía que la conducción se mide por los resultados, entonces, uno se pregunta cuál es el análisis que corresponde. Por ejemplo, el PBI, la deuda, el empleo, el salario, la pobreza, la indigencia, el sistema previsional, el déficit, los servicios, la inflación.
¿Y cómo termina el gobierno de Cristina? Lo digo, para ver cómo se comportan los sistemas. El gobierno de Cristina termina con un PBI de 600.000 millones de dólares; 600.000 millones de dólares. Esa era la actividad por bienes y servicios en el país.
Por ejemplo, con respecto a la deuda, yo presido la Comisión sobre la deuda; y allí están los documentos. La deuda del gobierno de Cristina termina con 222.000 millones de dólares; y los muchachos le agregan 10.000 más, para achicar la brecha, ¿verdad? Sí, sí, Pablo. 232.000.

Prat Gay Ministro de Economía.

La Vicepresidenta Cristina Fernández abrió la sesión en el Senado. Foto: Clarín.
Ahora, además de eso, como presidente de la Comisión de Economía yo me tomé el trabajo de decirle acá a Prat-Gay, que era el ministro de Economía: “Diga, usted, señor ministro, de cuánto es el endeudamiento de la República Argentina”. Esto consta acá. Lo comento, para que no digamos cosas que no… Como el senador Cornejo habló de las mentiras… Lo digo, en el sentido de no dar datos falsos.
Por supuesto, yo tenía la planilla acá y Prat-Gay tenía la misma planilla, porque esa planilla la hace la Secretaría de Finanzas. A todos los miembros de la Comisión sobre la deuda se les entrega esa planilla; y la seguimos entregando todos los meses. Y Prat-Gay dice “222.000 millones de dólares es la deuda externa argentina”. “¿Cuál es la ratio de deuda?”, le pregunto. “Es bajo”, me dice. “¿Cuánto es?”, le digo. “Del 40 por ciento”, me dice. Lo digo para que quede… No lo dije yo, lo dijo Prat-Gay: 40 por ciento de ratio de deuda. El 50 por ciento estaba en dólares y el 50 por ciento estaba en pesos. Esta es la deuda certificada por Prat-Gay, por la Secretaría de Finanzas de la Nación y por la Comisión Bicameral de Deuda. Para que comencemos a decir las cosas como son. Esa era la deuda.
El empleo era de 5,9: 6 puntos. Tampoco lo decimos nosotros. Decía la propaganda del gobierno de Cambiemos que la Argentina se recibía en esas condiciones.
El índice de la pobreza estaba, aproximadamente, en el 24 por ciento, ¿verdad?
La relación del salario –la diferencia– era de 1.000 pesos. Hoy, está totalmente alejada. En ese momento era de 1.000 pesos.
Sistema Previsional, Fondo de Garantía Sustentable: 65.000 millones de dólares. Sin déficit: sistema previsional sin déficit.
Después, había un déficit de 4 puntos del PBI, que estaba en los servicios –después voy a explicar lo del tema del presupuesto–, en los subsidios que se daban. Eran 4 puntos del PBI.
Y la deuda tenía, aproximadamente, 10.000 millones de dólares en el presupuesto nacional para el cumplimiento de los pagos de la deuda.
La inflación, en ese momento, era del 24 por ciento. Este era el resultado de nuestro gobierno, de nuestro gobierno populista. Ese era el resultado.

Cuando uno viene y trae la visión del cambio –porque traían la visión del cambio–, se supone que todo esto lo vas a mejorar.
Vos traes un nuevo programa y le decís al pueblo argentino “con mi visión, con mi programa todo esto se va a mejorar”. “Pero, señor: hay una inflación del 24 por ciento”. “No va a ser un problema la inflación. La inflación es una pavada; lo resolvemos en dos minutos”. “El cepo cambiario tampoco va a ser problema. Se van a comprar dólares en las farmacias; en un supermercado se van a poder comprar dólares; un caramelero va a poder vender dólares, porque el programa que nosotros vamos a traer va a traer lluvia de dólares e inversiones con las que van a sobrar los dólares, y en la Argentina no van a faltar los dólares”. Esa era la visión que se tenía de ese programa nuevo que venía.
Y me acuerdo de que en la discusión de Scioli –que fue el candidato– y Macri, Scioli le decía todo lo que iba a pasar; y pasó. Y Macri le decía: “¡En qué te convirtieron, Daniel! ¡En qué te convirtieron!” (Risas.) “Las cosas que estás diciendo. No lo puedo creer”. Era parte del show de ese momento, que estaba mirando todo el país. El debate lo estaba mirando todo el país, por supuesto, con todo el esquema de marketing a favor de Macri, en ese momento, porque querían terminar con el gobierno populista, obviamente: ¡obviamente!, ¿verdad?

“Sinceramiento cambiario”

Bueno, después viene el otro modelo, el mejorado, como el T-1000 en Terminator. Estaba el modelo viejo, después estaba el T-1000 y después vino otro modelo. Bueno, empezaron a aplicar el programa. El primer punto se llamaba “sinceramiento cambiario”. ¡Esa es otra cosa en la que los felicito a ustedes, porque le dan otro nombre y luce elegante! (Risas.) Aquel que es medio tonto, dice: “¿qué es esto?” “Un sinceramiento cambiario”. ¡Espectacular el nombre! Se llama “devaluación”, ¡brutal devaluación!, ¡brutal devaluación! Sinceramiento cambiario…
Estuvo Prat-Gay acá y le digo: “¿Y cómo están los precios?”. “¡No, ya estaba en 14!”. “Ah, ¿sí?”, le digo. “¿La balanza comercial también es igual? Usted que es ministro, ¿ahora va a estar igual? ¿Por eso se va a guiar?” ¡Pero cómo puede decir…! Ya hemos escuchado todas las teorías de los economistas acá; no nos perdimos de una; ¡de una! Los hemos escuchado a todos. Yo, por lo menos, tengo cuenta de… Después, voy a hacer los comentarios para algunas cositas que dijo Luis.
Fíjense ustedes: se guía por la política cambiaria oficial; 9,78 era ¡El comercio exterior se rige por eso! En ese momento era 9,78. Exportaciones e importaciones que alcanzaban 150.000 millones se regían por el cambio oficial.
Después, está la especulación del dólar color azul. Dicen la otra vez: “¿Por qué salió…?”. Porque le pusieron tinta de color azul, no porque oscureció todo. Eso es todo un invento, no sé quién escribió eso. El dólar blue…
¡Claro! Importan al dólar oficial, negocian y venden al dólar blue. Esa es la otra avivada argentina. Yo conozco eso… Luis y yo vivimos en una provincia que es fronteriza. Esa es la gran maniobra, ¿verdad? ¡La gran maniobra!
Bueno, eso fue el sinceramiento cambiario.

Los representantes de San Luis, Eugenia Catalfamo y Adolfo Rodríguez Saá, integrantes del bloque Frente de Todos y Gabriela González Riollo, del PRO, votaron en contra.
Foto: sanluis24.com.ar

Dolarizaron los servicios.

Después, estaba el otro tema de los servicios: “Hay que terminar con el déficit y hay que cobrar el servicio el valor que vale”. Entonces, le dije: “Dolarizaron los servicios”. “Ahora, ya no va a haber más perdida”. “Sí, más vale que no. ¡Más vale que no!”
Cuando discutimos acá, una empresa, de estas que eran amigos de Macri, en el primer trimestre ganó 3.000 millones de pesos. En el primer trimestre tuvo como utilidad 3.000 millones de pesos: ¡primer trimestre! ¡Lo dijimos acá! Ahí está el abuso de ese sector.
Entonces, ¿qué pasaba? Una pizzería, que pagaba 6.000 de luz, de repente pasó a pagar 90.000 pesos de luz. Entonces, dice: “No, no puedo pagar esto”.
Hicimos, acá, una promoción donde le bajábamos un impuesto; nos fuimos Massa, Pichetto, yo y unos cuantos, a decirle a un empresario, como un logro del Parlamento: “Mire, acá le vamos a bajar el dos por ciento en esto…” Y nos miraba el hombre… Y nos dice: “¿Sabe cuál es el problema, señor? Acá, está el contador”, dice. “Explíquele”. La verdad es que pasamos vergüenza; tuvimos que retirarnos medio despacito, caminando así para…. (Risas.)
“¿Cuál es el problema?”, le dice Pichetto, con esa alegría que él tiene. (Risas.) Y el hombre le dice: “No, yo estaba pagando de luz 8.000 pesos. Contador: ¿ahora cuánto viene?”. “No, no: ahora viene 160.000 pesos”. “Se da cuenta, señor”, dice. Y el contador, le dice: “No, pero hay un problema”. “¿Cuál es el problema?”, le dice. “Antes era bimestral”. “¡¿Cómo?!”, le dice. “Antes era bimestral; todavía no pude pagar estos 160.000”. “¿Y ya me viene la otra?”. “Si, por supuesto”. “¿O sea que estoy debiendo 360.000 pesos de luz?”. “Sí, por supuesto”. “Entonces, esto no me sirve”, nos dijo a nosotros. “Esto no nos sirve. Miren, legisladores: vayan a hacer otras cosas. ¡Esto no!”. Imagínense una persona que pasa…
Ahora, cómo es la genialidad del equipo económico que le devalúa la moneda en un 60 por ciento, le aumenta los servicios en dólares y pretende que el trabajador, la pyme o la micro… Una cosa es la pyme, otra la micro y otra cosa es la gran empresa que tiene una afectación menor, del tema energético, en los costos.
Ahora, ¿cómo pretende que un trabajador, una micro o una pyme pague en dólares cuando cobra en pesos? Esa fue la irracionalidad.

Libre importación.

Y la cuarta irracionalidad fue “libre importación”; acá estamos en libre importación. Entonces, pasó lo que siempre comento que pasó ahí, en La Salada.
Está la gente ahí. “¿Y qué está pasando acá?”. “No, nos estamos peleando con el señor, acá”. “¿Y por qué se estaban peleando?”. “Antes, no nos peleábamos porque antes había tantos clientes que, nosotros, ni siquiera nos dábamos cuenta”. “¿Y ahora qué pasa?”. “No [dice], lo que pasa es que con el tema de la importación, el calzado que yo fabrico acá, en Once lo están vendiendo a 25 dólares. Y yo, ahora, vendo a 50 acá”, dice. “¡Ah, la miércoles!”. “Sí, porque viene de China. Viene en contra estación. Cuando allá es invierno, acá es verano. Y cuando allá es verano, acá es invierno. Y lo que le sobra del verano lo tiran todo acá, al costo”. Entonces, imagínese: están vendiendo a 25. Y le dice: “¿Qué va a hacer usted?”. “Y, voy a vender a 25, también”, le dice. “¿Y cómo lo va a hacer?”. “Me voy a convertir. Voy a vender todo lo que tengo y me voy a convertir en importador”.
Le causa gracia a Cornejo. La verdad es que le debe causar gracia todos los desastres que hicieron, ¿eh? ¿Verdad?
Se convirtió en importador el tipo. ¡Claro! ¿Para qué va a trabajar? ¡Solamente un tonto puede trabajar de esa forma! “¿Y qué va a hacer con la gente?”. “¿Y qué quiere que haga?”, le dice. “¿Cuántos empleados tiene acá?”. “30 empleados”. “¿Y qué va a hacer?”. “¿Y qué quiere que haga?”, le dice. “Ya, a partir de ahora, termino de vender esto y me convierto en importador”.

Desplomó la economía.

Esas fueron las cuatro medidas económicas… Sin que se ofenda nadie, para que no se enojen, ¿eh? Porque, como dijo la senadora Vigo, hay que reflexionar del pasado para no cometer los errores en el presente.
Eso fue lo que fracasó: desplomó la economía argentina. Desplomó tan grande la economía que, cuando vino acá Sturzenegger, también consta en actas, le preguntamos…
Todas estas cosas que dicen ustedes, que leen en el manual, de que hay que ser responsable, hay que cuidar la inversión, hay que cuidar la devaluación, no hay que hacer esto. Como decía… ¡Es tan bueno, como decía el cura este!
Y le digo: “Ya que usted habla de responsabilidad, ¿cuánto recibió de base monetaria? Dígalo; yo tengo acá anotado: 532.000 millones. ¿Cuánto tiene de base monetaria ahora? 755.000”. “¡O sea, emitió el 50 por ciento de base monetaria, usted que habla de responsabilidad!”. “¡No! Pero hubo un sinceramiento cambiario, senador”. “¿Ah, sí?”, le digo. Semejante devaluación.
“¿Cuánto tiene en LEBAC? ¡Un año hace que está en el gobierno! ¿Cuánto tiene en LEBAC?”. “¡766.000!” ¡Una base monetaria en LEBAC! ¡Una base monetaria en LEBAC!
–Manifestaciones simultáneas.
Sr. Mayans.- ¡Sí! ¡Te voy a responder lo que pasa hoy con las LEBAC! ¡Te voy a responder! ¡A Martín le voy a responder lo que pasa hoy con las LEBAC! ¡Sí! ¡Te voy a explicar! ¡Te voy a explicar lo que pasa!
Entonces, fíjense ustedes: en un año 766.000 millones. O sea, la base monetaria del país estaba al 34 por ciento. Hoy, está en el 40. Está más caro. Está peor, está. Estaba en el 34 por ciento.
Le digo: “Usted está instalando una bicicleta financiera impresionante. ¿En cuánto está la tasa?”. “En 34”. “¿Dolarizó la tasa?”. “¿Cómo va a ser dolarizada, si es en pesos?”, me dice. “Ah, ¿sí? ¿Y a cuánto estaba el dólar el año pasado?”. “A 16”. “¿Y ahora?”. “Y, a 16”. “¿Y cómo se llama eso?” Bicicleta financiera. Y esa era la lluvia de dólares que entraban, vendían y se llevaban a una tasa del 34 por ciento, que no existe en el mundo. Entonces, Macri, le echó a Prat-Gay por mentiroso. Lo tuvo que echar. ¡Claro, le hizo un desastre!”. “Me mentiste. No me dijiste que ibas a…”. ¡Claro, ese es el político, el ingeniero, que confía en el economista! Otro que confió en el economista, que vino con una idea genial; y ahí tenés. Pero estábamos a seis meses de las PASO, de las elecciones. Entonces, no podés decir…
Entonces, ¿qué hay que hacer? Lo que decía Duhalde: miente más grande, que este sistema funciona. Y dale mentiritas. Y cada vez más LEBAC, cada vez más LEBAC; y la estabilidad; y el dólar que se vende en la farmacia y que se vende en el supermercado y que vende el caramelero. ¡Una ficción! ¡Totalmente una ficción! ¡Una ficción! Ganaron las elecciones. Y después, obviamente, comenzó a zozobrar el barco.

La presidenta provisional, Claudia Ledesma Abdala presidió parte de la sesión pública especial en la que el Senado de la Nación convirtió en ley el proyecto que aprueba las operaciones de crédito público contenidas en el “Programa de Facilidades Extendidas.
Foto: elmunicipalweb

Estuvo acá Caputo.

Sra. Fernández Sagasti.- Se cortó la luz justo.
Sr. Mayans.- Se cortó la luz un ratito.
Y dice: “¿Va a tener algún problema con el tema Montenegro?”. “No, no, no”, dice. Claro, tampoco Caputo va a querer hablar del pasado porque él sacó un crédito a 100 años. Imagínense ustedes: a 100 años; tremendo. Y después comenzó ya…
Hasta que el Señor Mercado –o sea, la parte privada– dice: “No, muchachos. Ustedes ya no están en condiciones. Están pagando tasas al 84 por ciento”.
Empieza el presidente del Banco Central con licitaciones semestrales. Hay que reflexionar sobre esto para que no nos vuelva a pasar. Termina con licitaciones semanales, ofreciendo 84 por ciento de tasa y nadie quería ya. Decían: “No, este ya me está pagando de más”. (Risas.) Esto es para Martín y para la gente a la que le gusta la economía. ¡Esto es para el Nobel!
Entonces, viene el default en pesos. ¡Hay que hacerlo, eh! No lo hace cualquiera. Creo que es el único país del mundo que “defaultea” sus títulos en pesos. Es para estudiarlo. Es para hacer una cátedra. Podemos hacer un libro –más grande que el que nos mostró Weretilneck– sobre cómo se “defaultea” en pesos.
Ahora, le pusieron otro nombre, bonito. Porque en la parte de marketing ustedes nos superan, ampliamente. Entonces, dicen: “Vamos a hacer un reperfilamiento de deuda”. (Risas.) O sea, trajo una motoniveladora, porque se utiliza eso en la parte vial, y le pasa por acá, le pasa por acá… (Risas.) Eso es un reperfilado. Entiendo que es un término vial.
Acá me dicen que se sacan las cejas, se ponen… ¡Qué sé yo! Eso se llama reperfilado. (Risas.) En Mendoza, bueno. ¡Casi lo hacen un país independiente! ¿Se acuerdan? (Risas.) Ella quería ser la embajadora o canciller acá.
Díganme una cosa: ¿es elegante el término, o no? Reperfilado. Y vos tenés que buscar en el manual qué quiere decir. “Este fue a la Universidad de Harvard”. Fue todo una mentira tremenda, una manga de mentirosos.
Entonces, dice “reperfilado”. ¡A la mierda! ¿Esto qué es?
Bueno, ¿seguimos?
Sistema previsional; fondo de garantía sustentable. De 65.000 millones cayó a 32.000 millones. ¿Por qué? ¡Y porque estaba la timba financiera acá! Cayeron los títulos, cayó completo.
Sistema previsional. La primera vez que viene acá, 500.000 de déficit. Eso no lo arregla ni Mandrake ni el mago Fafá. No sé quién dijo ahí que no le gustaba el mago Fafá. A mí, me encantaba verlo al mago Fafá. ¡Ni Mandrake ni el mago Fafá arreglaban eso! ¡Impresionante!
Ahora, hay que hacer eso con el sistema…
Entonces, te dicen, con semejante irresponsabilidad: “El fondo de los jubilados”. “No hablemos del pasado”. ¡Pero más vale! (Risas.) ¿Qué vas a querer hablar de esto? ¡Si tenés que ir preso! Si hablás del pasado, tenés que ir preso.
¡Ni a propósito se puede hacer esto!
Bueno, pobreza: terminamos en el 40 por ciento.
Inflación. Veo que a ustedes les asusta el tema de la inflación. Fue del 54 por ciento, 54 por ciento de inflación. Es sencillo: se mide por la canasta. Recontra impactados estamos: canasta 84 y salario 40 y pico, 50 por ciento.
Pero escuchen una cosita: un sistema u otro sistema… Pero ustedes no pueden hacer una reflexión, sin enojarse, sobre cómo nos dejaron el gobierno y cómo dejaron el desempleo, las pymes, las micro…
–Manifestaciones simultáneas.
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Silencio, por favor.
–Manifestaciones simultáneas.
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- No dialoguen, por favor.
Sr. Mayans.- No pueden hacer una reflexión, se enojan.
–Manifestaciones simultáneas.
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Silencio, por favor.
Estamos en los cierres.
Sr. Mayans.- ¡Cambia de color acá, el senador! Se pone pálido y me dice…
–Manifestaciones simultáneas.
Sr. Mayans.- ¡Pero no te enojes!
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- No pueden dialogar.
Sr. Mayans.- ¡Reflexioná!
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Continúe, senador Mayans.
Sr. Mayans.- ¡Reflexioná!
–Manifestaciones simultáneas.
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Silencio, por favor.
Sr. Mayans.- ¡No te enojes! Te va a hacer mal. Te va a hacer mal y yo te aprecio mucho.
–Manifestaciones simultáneas.
Sr. Mayans.- Pero vos tenés que agarrar y decir: “Mirá, esto, sí, es real; mirá lo que hicimos”. Como dijo Morales, que estuvo bien Morales, aunque no les guste acá: “Miren, esta macana hicimos nosotros, muchachos”. Hizo un aporte a la sensatez. Me pareció bueno, aunque se enoje mi compañero de bancada.
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Vaya cerrando senador Mayans, por favor.
Sr. Mayans.- ¡¿Por qué?! Si son cuarenta minutos.
–Manifestaciones simultáneas.
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Treinta tiene.
Sr. Mayans.- ¡Pero si hicieron 20 y 20 ellos!
–Manifestaciones simultáneas.
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Treinta tiene.
Sr. Mayans.- Se repartieron.
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Vaya cerrando, senador.
Sr. Mayans.- Esta es la primera etapa.
–Manifestaciones simultáneas.
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Ahora entramos… Claro, al primer tiempo. Cuando se le acaba, a la señora esa que está haciendo el círculo… ¿Cuánto es la superficie del círculo? ¿Cómo es? Pi por radio al cuadrado.
Dice: “Nos fuimos al Fondo…”.
–Manifestaciones simultáneas.
Sr. Mayans.- Sí, sí, pero esperá: falta la primera parte de la película.
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Silencio, por favor. No pueden dialogar.
Termine de cerrar, senador.
Sr. Mayans.- No voy a poder terminar si estoy por cerrar. ¡Tengo 40 minutos yo! Así quedamos con Naidenoff.
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Treinta minutos tiene.
–Manifestaciones simultáneas.
Sr. Mayans.- Cuarenta minutos tengo. Ya estoy por terminar. No se pierdan el final de la película.
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Bueno: cierre, por favor.
–Manifestaciones simultáneas.
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Silencio, por favor.
Sr. Mayans.- ¿Cómo se van a ir sin escuchar el final de la película?
–Manifestaciones simultáneas.
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Silencio.

Con el Congreso totalmente vallado, esta vez la manifestación contra el acuerdo con el FMI fue pacífica.
Foto: Clarín.

La economía quebrada; y van al Fondo Monetario Internacional.

Sr. Mayans.- La economía quebrada; y van al Fondo Monetario Internacional.
¿Quién hizo este crédito? ¿El Fondo Monetario o el presidente de los Estados Unidos? La habilidad que tenía Macri era que todo el día hablaba mal de Venezuela. Ahora, si habla mal de Venezuela, se enojan los americanos, ¿eh? No digan más “Argenzuela” porque, ahora, había sido que Maduro es un buen tipo, como Von Braun. Había un nazi bueno y había un nazi malo. Los nazis malos vinieron a la Argentina. Von Braun es un nazi bueno que tiró 3.000 misiles a Inglaterra. Bueno, ¡qué va a hacer! Y, ahora, Venezuela es un espectáculo: le congelaron los depósitos. A Romero lo escuché decir que bajó la inflación. Ya están hablando… ¡Es cierto lo que dijiste! Es cierto, no objeto. Pero ya comenzó a cambiar.
Entonces, esto fue un crédito político. Primero, le dieron por 50.000 palos verdes y, después, le aumentaron 7.000 más. Le apuraron en el tiempo electoral, porque comenzaron a apurar el ritmo cuando se veía que el aliado se caía y no servía, y le dieron 44.500 millones. ¿Le dieron para mejorar la producción argentina, para un programa de inversión? Le dieron para pagar la usura. Lo dijo Macri. Le tuvo que dar a los bancos, con los cuales se metió en usura, y a nosotros nos dejó el pagaré. No a nosotros: al pueblo argentino le dejó el pagaré. Eso dejó Macri: al docente, al policía, al niño, al enfermero, a quien sea, le dejó el pagaré de 45.000 millones, que ahora hay que pagarlo, y encima no hay que hablar del pasado. No hay que hablar del pasado acá; hay que venir y pagar. Bueno…
Obviamente que la situación… Deuda, certificado también: 100.000 millones de dólares. Eso de que pagaron la deuda es mentira, porque si pagaron tenía que bajar, así como dice Rodríguez Saá. No bajó. Trajeron 100.000 millones; se pagó usura con eso. ¿No son capaces de reflexionar eso? Más 100.000 millones de dólares de intereses.

¿Qué tuvimos que hacer?

Emergencia financiera, emergencia sanitaria. Emergencia completa: 27.541. ¡Emergencia, señores! Así entramos en emergencia. Después, vino la emergencia sanitaria. Por supuesto que no hacemos milagros.
Caída del PBI. En el 2019 cayó el 5 por ciento, sin ir a los años para atrás. En el 2019 cayó el 5 por ciento. En el 2020 cayó el 9 por ciento. Bueno, gracias a Dios ahora se recuperó el 10 por ciento y tenemos la esperanza de que siga, porque la única forma en que podemos resolver este tema es creciendo.
Ahora, lo escuché a Espert: un criminal, realmente; es tremendo. “¡Hay que cortar…!” ¡No sabe ni lo que está diciendo! Se ve que no estudió nunca ni siquiera un presupuesto: no lo estudió; lamentable, realmente. “¡Hay que hacer el recorte puro y cortar todo esto, que el gasto tiene que ser cero!” Bueno, empecemos a ver: gasto social, 8.800 billones. ¡Gasto Social! ¡Que recorte! Con la canasta que todavía cae y con lo que cobra el jubilado, le va a hacer un recorte. ¿Saben cuántos hay en el gasto social? Hay 9 millones de personas. Que me diga Espert en donde recorta. Él come todos los días, se ve. Estos comen salteado, ya.
Después, el otro gasto social –están reclamando el tema de los servicios– es el tema del servicio económico: 2 billones; 2 billones de gasto social.
Fíjense, ahí nomás ya hay 11 billones: 11 billones hay ahí. Y después está el tema de la deuda pública, que está presupuestada en 1 billón. Ahí, hay 12 billones. Gasto de seguridad y defensa: 550 millones –pagan sueldos, no es que se compran equipamientos ni nada por el estilo–. Y gasto gubernamental: 700 millones. Pero, ¿saben cuál es el problema de esto? Que estamos sin presupuesto. No tenemos presupuesto; no votaron el presupuesto. No votaron el presupuesto.
Sí, ustedes digan que le erramos, que la variante…
–Manifestaciones simultáneas.
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Silencio, por favor.
Sr. Mayans.- No te enojes. ¡Te va a hacer mal, te va a hacer mal!
Sra. Presidenta (Ledesma Abdala).- Silencio.
Sr. Mayans.- La variante… A ustedes, la variante. Acá, como dijo no sé quién; no sé quién se acordó de la variante acá. ¡No!
Entonces, nosotros, ¿qué estamos haciendo? Vemos cómo hacer para aplazar esto, porque quién va a pagar 20.000 millones de dólares, aparte de la deuda que tenemos.

El crecimiento de la deuda.

Lo que sí es cierto es lo que dijo sobre que la deuda creció. Sí: de 320.000 que ustedes dejaron –consta en la comisión–, hoy se deben 366.000 millones: 40.000 aumentó la deuda. Es cierto: resultado de la pandemia, todo lo que se pueda… Bueno, eso habría que verlo. Pero esta es la realidad de lo que nosotros debemos, ¿eh? No sé quién dijo ahí si esto lo podemos pagar… Lo dijo, me parece, el senador Romero –lo estuve escuchando hoy–.
Tenés leliqs, por una base monetaria, al 40 por ciento –ahí está Martín, que sabe de economía: ¡qué linda tasa!– y tenés deuda por 366.000 millones. Bueno, comparto con el senador Cornejo que a este país lo arreglamos entre todos o no lo arregla nadie.
Me faltaron un montón de cosas, pero se ve que se me fue el tiempo. Les agradezco la paciencia a todos.
Entonces, analicemos, como dice la senadora Vigo, sin enojarnos, y veamos cuál es el sistema que funciona.
Ahora, nosotros dijimos que íbamos a volver para ser mejores: hasta ahora no lo logramos, pero si ustedes… (Risas y aplausos.) Muchas gracias. Muchas gracias.
Si ustedes vuelven, como dice Macri, para ser más rápidos… ¡Uh, eso no hay quién lo supere! No hay quién supere eso. (Aplausos.) Si van a ser más rápidos, ¡no! Eso, ya no. Porque ahí va todo el programa de gobierno, incluido todo lo que hicieron con el sistema.
Este país merece que le vaya bien; merece que le vaya bien. Hubo mala praxis en muchas cosas, y la mala praxis son 366.000 palos, ¿eh?, más las leliqs. Eso sí que es mala praxis. Ojalá que podamos cambiar eso. Por eso, en ese entendimiento…
Hay gente nuestra que no comparte esto. Algunos dicen que esto va para peor y no quieren certificar esto con su voto. O sea que en mi bloque va dividido el voto: algunos van a favor y otros van en contra.
Por eso, señora presidente, vamos a votar esta media sanción de Diputados y vamos a ver qué nivel de consenso tiene acá, en nuestra Cámara de Senadores.
Muchas gracias por la paciencia a todos.